En 2008 fue la última vez que vimos a Sylvester Stallone encarnando a John Rambo. Por ello, 11 años después llega la esperada vuelta del personaje con su quinta entrega. Tras Vacaciones en el infierno, Adrian Grunberg regresa a la dirección con Rambo: Last Blood, una cinta que mejora considerablemente a lo que vimos en John Rambo (Rambo IV), pero que está lejos de ofrecernos la originalidad de la primera.

La cinta comienza mostrando cómo Rambo está en horas bajas y viviendo en un rancho de Arizona. No obstante, cuando recibe la noticia de que su nieta ha desaparecido, tras haber cruzado la frontera a México para ir a una fiesta, Rambo toma la decisión de ir en su búsqueda.

¿Es Rambo: Last Blood necesaria? No; Ahora bien, es bastante entretenida. Stallone sabe recuperar el mito sin atender a cambios de corrección política ni de sensibilidad del espectador. La película es una oda a la violencia, a la crudeza y a la no censura, lo cual se agradece en los tiempos que corren. La quinta entrega de la saga cuenta con imágenes más espectaculares que nunca, muy bien rodadas y con un ritmo que demuestra un perfecto dominio tanto del espacio como del tempo.

Sylvester Stallone tiene al personaje más interiorizado que nunca y le aporta muchísima fuerza. Hace uso de la ironía y del humor para reírse de sí mismo. Rambo se ha convertido en una especie de parodia y lo cierto es que esa falta de tomarse en serio es lo que ha hecho que el personaje de Stallone se encuentre en horas altas.

No obstante, en Rambo: Last Blood se echa en falta originalidad e innovación. Conocimos por primera vez al personaje en 1982 y en estos 37 años ha evolucionado, pero está un poco desfasado y es como de otro siglo. Con tantos films de acción que existen en la actualidad, lo que ofrece Rambo no es nada novedoso y ha llegado la hora de que la franquicia llegue a su fin de una vez por todas.

Valoración: 3/5

Lo mejor: Un Stallone empeñado en dotar de innovación a su personaje

Lo peor: Que es una saga anticuada y que tendría que haber terminado en el siglo XX