Tom Odell lo ha vuelto a hacer... Ha conseguido poner los pelos de punta a todos aquellos que asistieron a su concierto de anoche en el Zelt Festival Rurh en la ciudad alemana de Bochum con su voz, su dramatismo y su perfección al piano. Tom Odell es música, es la melodía y es la letra, son los significados profundos detrás de todo lo que escribe y las emociones que transmite a través de los acordes. Y sus directos son mágicos, son magia en estado puro y anoche volvió a demostrarlo.
El grupo saltó al escenario a eso de las 20:15 para empezar tocando los primeros acordes de "Sparrow", canción con la que no suele abrir los directos. Así ya empezaba sorprendiendo a los fans, que no se esperaban que esa fuese la primera canción de la noche. A continuación, llegó el momento de "I Know", un tema de su primer álbum que empieza a tocar de manera lenta pero que poco a poco va subiendo de ritmo para terminar con Tom levantándose y lanzando el taburete al otro lado del escenario, mientras toca desenfrenadamente el piano y canta a todo pulmón. La tercera canción de la noche fue "Still Getting Used to Being on My Own", acompañada de unas luces intermitentes al ritmo de los golpes de piano para darle el toque dramático que requiere.
Una cosa que hace siempre Tom Odell en sus directos es presentar a todos los miembros de la banda uno a uno y darle a cada uno de ellos su momento de protagonismo dentro del concierto. Y en esta ocasión lo hizo justo después de la tercera canción. Presentó a Max Goff al bajo, a Max Clilverd a la guitarra y Toby Couling en la batería.
El concierto siguió con una de sus canciones más nuevas, "Half as Good as You", que en el disco toca como un dueto junto con Alice Merton. Y a continuación vino otra de las sorpresas, tocó una preciosa balada llamada "Behind the Rose" acompañado del piano y la armónica a la vez que cantaba, y aunque al terminar la canción se disculpara de lo mal que había tocado la armónica, creó un ambiente y un momento totalmente mágico. Decimos sorpresa, porque se trata de un tema que no está incluido en ninguno de sus tres trabajos de estudio y que no es habitual escucharle en directo.
El siguiente tema fue otro que tampoco acostumbra a tocar en los conciertos, se trata de otra balada, ésta incluida en su último álbum, llamada "Your Gonna Break My Heart Tonight". Sobre la cual nos había dicho el pasado mes de noviembre en una entrevista que para él se trata de un tema muy triste "porque trata sobre un recuerdo personal muy doloroso". Seguida del comienzo de "Long Way Down" que enlazó con "Grow Old With Me", ambas de su primer trabajo de estudio, y "Can't Pretend".
Tom Odell anoche estaba frenético, si no se encontraba tocando el piano, estaba subido encima de él o moviéndose sin parar alrededor del escenario mientras cantaba. Durante "Hold Me", el británico cogió un micrófono con cable largo para poder bajarse del escenario a una mesa plegable que tenía delante del mismo y así acercarse más a sus fans. Y aguantó un buen rato mientras repetía con todos los presentes cantando con él: “Oh when you hold me, when you hold me in your arms”, parte de la letra final de la canción.
Y a continuación llegaba el gran momento de la noche. La última canción antes del encore era "Son of An Only Child", uno de los temas que, según nos contó en una entrevista, es de los que más disfruta de tocar en directo. El público estuvo totalmente entregado acompañando con palmas durante toda la canción, y cuando Tom intentó frenar el ritmo para tocar "Para Elisa" al piano el público no paró y tras tres acordes de la música de Beethoven desistió y decidió continuar con una cover de "Get Back" de The Beatles, que las risas y las miradas entre Tom, Max, Max y Toby dieron a entender que esto no estaba planeado y que daba comienzo la improvisación. Al terminar la canción Odell dijo "no tengo ni idea de a donde estamos yendo con esto" y empezó a tocar otra cover, en este caso "Rockin’ All Over The World" de Status Quo. Dejamos un vídeo de este momento completo.
Este es uno de esos momentos que hacen que los conciertos de Tom Odell sean únicos, que ir a dos de sus directos en una misma gira no garantiza para nada que sean conciertos repetidos y que siempre va a conseguir sorprenderte con algo.
Al regresar al escenario tras un pequeño descanso de cinco minutos la energía seguía siendo la misma para tocar "See If I Care", otra de esas canciones que no están en ningún disco, de la que de hecho ni siquiera hay una versión producida de estudio porque no han conseguido grabarla de manera que queden conformes con el resultado así que han decidido dejarla para canción en directo. Aquí Tom no estuvo todo el rato sentado al piano sino que se acercó a los laterales del escenario para "bailar", o al menos intentarlo, de manera bastante simpática. La siguiente canción fue "Concrete", para la que tampoco se sentó al piano desde el principio sino que con un micrófono de pie empezó a cantarla desde el centro del escenario.
El penúltimo tema de la noche fue "Somehow", una preciosa balada incluida en su segundo álbum y sobre la que nos dijo hace un par de meses en una entrevista: "siempre pienso que cuando la toco en directo se siente como si trascendiéramos a un lugar diferente, se hace muy significativa y tiene mucha profundidad". Y el concierto terminaba con su canción más famosa, la que le dio a conocer alrededor del mundo y que todos y cada uno de los asistentes se sabían y cantaron junto con Tom, "Another Love".
Hay ciertos artistas que tienen un algo especial, puede que no sean de los que llenan estadios y tocan para 70.000 personas en una noche, pero sus conciertos marcan un antes y un después, y Tom Odell es uno de ellos. Sus canciones de alguna manera te tocan por dentro y escucharlas en directo las hace aún más mágicas, te transportan a otro mundo aunque solo sea durante una hora y media. Puede que sea la primera vez que que veas a Tom Odell en directo o puede que hayas ido a muchos de sus conciertos y aún así no deja de sorprenderte, sigue siendo una perfecta mezcla de suaves melodías, un excelente espectáculo, cierta improvisación y un piano tocado de manera magistral.