Ya está completada la final del Festival de Eurovisión de 2019.

26 canciones saldrán a representar 26 países este próximo sábado 18 para conseguir el 64º micrófono de cristal y hacer historia. La segunda semifinal no estuvo tan llena de sorpresas como la primera semifinal, pero fue la más reñida. Muchos favoritos en pocos minutos. Y, en VAVEL, como ya hicimos con la primera semifinal, contamos actuación a actuación como fue todo.

LA POTENTE ARMENIA

Armenia partió como una de las grandes favoritas para ganar. La enérgica y potente Srbuk cambiaba el rumbo musical de Armenia, dejando atrás la candidatura oriunda y presentando un tema completamente actual, en inglés y lleno de fuerza. Muy del estilo de cantantes como Demi Lovato o.

Pero siempre hay algunas favoritas que, suben hasta arriba en la tabla y poco a poco se van desinflando. Tanto se desinfló Armenia que, por segundo año consecutivo, no obtuvo el pase a la final.

Srbuk salió al escenario, sola, con la compañía de su tremenda voz y una puesta en escena simple pero que le daba la potencia final al tema para engrandecerlo aún más. No obstante, por mucho que la cantante armenia llenaba el escenario ella sola, no dejó de faltarle algo durante toda la actuación. Algo se notaba vacío. Tanto fue así, que en realización, todo el mundo pudo ver como hubo un par de planos en los que se vio el estadio completamente vacío. Un gran misterio para todos, ya que, desde el principio del programa, se escuchaba al público jalear y animando a la armenia durante su performance.

Armenia se volvió a casa con las manos vacías pero esperemos que con un gran orgullo por la gran actuación que ofrecieron.

IRLANDA Y SU VIAJE A LOS 50 AMERICANOS

Irlanda este año apostó por un tema diferente y un aire fresco. La cantante Sarah McTernan se presentó en el estadio de Tel Aviv con una puesta en escena inspirada en los bares americanos de los años 50, muy del Tommy Mel’s que todo el mundo reconoce ahora. Una puesta en escena diferente, con luz, color, dulzura y un tanto de sensualidad.

Ataviada con un vestido rojo de tubo, una coleta enorme rubia, se presentaba ante la cámara imponente y sensual, para sentarse en la típica barra de un bar americano de los 50. El fondo, lleno de imágenes tipo cómic, enseñaban caricaturas de ella misma y de la letra de su 22. Para rematarlo y para darle un toque más de musical, dos bailarinas muy pink ladys, aparecieron sobre el escenario para acompañar a la cantante en su simple pero divertido baile que todo eurofan ya conoce. Se la notó ahogada en parte de la canción, pero nada que no salvara poco a poco.

Una gran actuación con una gran puesta en escena, pero que no estuvo a la altura de una final según las votaciones.

LA COPIA DE MOLDAVIA

Después de la original puesta en escena que Moldavia presentó el año pasado (por la que obtuvieron un décimo puesto que nadie se esperaba), Moldavia este año traía una puesta en escena muy muy muy parecida a una que ya pisó Eurovisión en 2011. Concretamente la de Ucrania, de la cantante Mika y su tema Angel, quién quedó en tercero o cuarto puesto.

Muchos pensarán si eso está permitido… Bueno, la cantante ucraniana habló por Instagram sobre el tema, y concluyó que Moldavia era libre de hacer la puesta en escena que quisiera, que por ella nada iba a ocurrir.

El caso es que, Moldavia, no tuvo tanta suerte como la ucraniana, y la pasada noche, se quedó en semifinales. El truco de la artista haciendo dibujos en la arena no le sirvió de mucho. Aunque la voz de Anna Odobescu no tuvo ningún contratiempo, haciendo una gran demostración vocal, sí que su pronunciación de su tema Stay, en algunas ocasiones, pudo ser algo criticado. Muchos siguen pensando que, otro tipo de puesta en escena, sin efectos especiales al final y sin la arena, hubiera servido para su balada.

EL RENACER DE SUIZA

Suiza fue el primer país en ganar la primera edición de Eurovisión, y, durante sus primeros años, fue una gran potencia en el festival. Sin embargo, los últimos casi diez años, todo ha sido quedarse en semifinales. Tan sólo una candidatura ha conseguido estar cerca del top 10 de la final y ha sido la única en pasar. Ya, el año pasado, Suiza fue noticia por ser uno de los mayores robos para los 'eurofans': un gran tema que se quedó a las puertas por estar en la semifinal equivocada.

Este año, Suiza no estaba por la labor de volver a ser otro desastre, y por eso mandaron a Luca Hänni. El joven cantante suizo partió como uno de los grandes favoritos, y, aunque con su puesta en escena se ha desinflado un poco, se le sigue considerando como uno de los grandes potenciales de este sábado.

Sí, Suiza verá la final desde el escenario.

La modernidad de Suiza, les has hecho pasar a la final de cabeza. Sin embargo, al puesta en escena de Suiza, para algunos, deja mucho que desear. El fondo rojo, con bailarines de rojos, hace perder la vista de los bailarines, además de que, el vestuario del cantante, es quizás demasiado sport para la ocasión. Críticas aparte, vocalmente no estuvo nada mal, y en tema de baile, el suizo sabe moverse.

Esperemos que, las coincidencias que los 'eurofans le encuentran a este tema con la puesta en escena de Fuego, no le pasen factura el sábado al suizo.

LETONIA FUE LA TRANSICIÓN

Si alguien prestó atención a la actuación de Letonia, fueron los letones. That Night de Carousel fue un tema de transición, de los que muchos escucharon de fondo agradablemente pero quizás sin prestarle atención a las imágenes.

La puesta en escena muy sencilla: La cantante principal con un vestido blanco y un sombrero verde en el centro, y el resto del grupo alrededor de ella con sus instrumentos. Nada más fuera de lo normal. Vamos, la cantante no se movió en ningún momento de su posición. Puesta en escena simple, sencilla y elegante, con voz perfecta y tema agradable. Pero no era la fórmula perfecta para conseguir un pase a la final.

Otro año más, Letonia se quedaba a las puertas.

LA GÓTICA RUMANÍA

Ester Peony salió al escenario en la sexta posición atrayendo al público con su voz y su puesta en escena gótica y enigmática. Rumanía contaba este año con un tema titulado On a Sunday, para pasar a la final, pero tampoco les ha servido esa fórmula este año.

Ni el vestuario oscuro (y un tanto extraño) de la cantante y los bailarines, ni el juego de manos y movimientos de Ester Peony, ni la puesta en escena de murciélagos, columnas derruidas, fuego y demás, le sirvió de mucho. Ester Peony hizo una actuación sin ningún fallo vocal ni error, todo perfectamente calibrado. Pero Rumanía volverá a ver la final desde el banquillo este sábado.

LA DULZURA DE DINAMARCA

Dinamarca, siempre tan atemporal y atípica, después de una actuación muy vikinga que les dio el noveno puesto en Lisboa, decidió presentar este año su lado más dulce e ingenuo en el festival. Para ello contaron con Leonora, una expatinadora profesional que decidía este año probar suerte con la música. Y le ha salido muy bien su prueba.

La danesa hizo una actuación prácticamente igual a la que presentó en la preselección de su país: Un primer plano suyo durante todo el comienzo, para luego terminar subiéndose a una silla gigante junto con sus bailarines, dándole el toque coqueto y dulce visual. Todo un estadio cantaba Love Is Forever junto a la danesa, quién, además de tener una canción poco vista en Eurovisión, cantó en inglés, francés, danés y alemán.

La dulce y aniñada Dinamarca se coló en la final contra todo pronóstico.

SUECIA, LA MÁS FESTIVALERA

Suecia es todos los años una de las más esperadas por los eurofans. Tienen un historial casi perfecto e impoluto en el concurso, y, todos los años, sus temas, son los más comentados. Este año, tras ganar el Melodifestivalen (el Eurovisión pequeño para muchos), John Lundvik se presentó en Tel Aviv con un tema con el que que, este sábado, se disputará con los mayores favoritos el micrófonos de cristal.

Too Late For Love es este año uno de los grandes favoritos, y no es, en absoluto para menos. Fuerza, energía, emoción, carisma, fiesta y un derroche vocal del cantante y sus cuatro coristas góspel que terminan de darle un enorme poderío a la actuación. Una canción cien por cien festivalera para una final un tanto reñida.

LA ENIGMÁTICA AUSTRIA

Después de convertirse Austria en la ganadora del jurado contra todo pronóstico el año pasado, este año ha probado suerte con un tema plano pero enigmático, de los que captan la atención. No se sabe muy bien si por la aguda voz de la cantante o porque, muchos, esperan que en algún momento rompa el tema. Cosa que, adelantando, no hace. Sube y baja, lentamente, de forma sencilla, atrayendo, pero sin romper.

Desgraciadamente, Austria no terminó de convencer y se quedó en semifinales el pasado 16 de mayo. Aunque, Paenda, que así se llama la cantante, tuvo un directo espléndido, aguantando el tono agudo sin ningún gallo y una puesta en escena elegante y bonita, no fue suficiente. Limits tuvo un límite para pasar, y ese era el de la semifinal.

LA PUESTA EN ESCENA NO LE HIZO JUSTICIA A CROACIA

Croacia este año presentaba a un joven Roko Blazevic con una balada que potenciaba su gran vozarrón. Pero, la puesta en escena, no le hizo para nada justicia a su tema. Sí es cierto que, el estribillo, resultaba algo pesado por tanta repetición, pero su voz no dejaba de ser perfecta en cada nota.

La puesta en escena del croata, empeoraba por momentos. Ataviado con un traje de color blanco, aparecía en pantalla tirado sobre el suelo, con unas alas proyectadas en los leds. Hasta ahí bien, pero, fue poco a poco empeorando la situación. Los bailarines, que en un principio aparecieron sobre los leds del fondo volando proyectados por ordenador, “se hicieron realidad” cuando pisaron el escenario sin camiseta, en pantalones blancos y con alas doradas. Era cuanto menos hortera. Pero, terminaron de rematarlo colocándole unas alas aún más ostentosas al cantante croata.

Vocalmente, perfecto. Fue la realización y la puesta en escena la que terminó por sentenciar a Croacia.

LA SUERTE DE MALTA

Malta partió como favorita al anunciarse su candidatura, mantuvo su título de favorita durante los ensayos (en los que tuvo algunos problemas con su puesta en escena que finalmente pudieron solucionarse) y, aunque ya empieza a bajar en las apuestas, sigue siendo una de las suertudas del festival.

Michela lo tiene todo para ser una gran favorita: Voz, puesta en escena inspirada en su videoclip, tema muy a la orden del día, vestuario blanco para resaltar en el colorido de su escenario, pero, le falta algo. Comerse el escenario. Fue muy comentada su poca gracia durante una actuación que requiere de carisma y habilidades para el baile para terminar de ser un temazo. Y Michela no las tiene. Aun así, fue fuerte el grito de emoción y largo el llanto que la maltesa soltó al escuchar el nombre de su país entre los clasificados.

Tuvo suerte, pero Malta necesita mejorar su carisma si quiere obtener un gran puesto en la final.

EL GUAPERAS LITUANO

La falta de carisma para comerse la cámara que tenía Malta, a Lituania le rebosaba. Jurijus, solo sobre el escenario, sonreía a cámara, enamorando con su notable atractivo y su buena voz, a toda Europa. Pero la final estaba muy lejos de sus posibilidades desde el principio.

Run with the lions era un gran tema pero no de los que enganchan. Sí de los que pueden escucharse varias veces sin problema, pero no de los que impresionan. Lituania tenía a su favor el carisma, pero no la música.

RUSIA, LA GRAN FAVORITA QUE SE ESTÁ DESINFLANDO POCO A POCO

Cuando Sergey Lazarev fue anunciado como representante de Rusia, saltaron las alarmas de todos los eurofans. Un gran leyenda del festival volvía para tomar su revancha por el segundo puesto que obtuvo en 2016 (siendo la gran favorita), y eso puso las expectativas muy altas para todos.

Ya la presentación de su tema Scream, hizo que muchos se bajaran del barco de Rusia. Una balada potente que representa dolor y emoción, muy bien defendida por el cantante en el videoclip, pero, no el tema que se esperaba de Lazarev. Repetitiva y cansina, fueron muchos lo que se quedaron desencantados de la gran Rusia.

Su llegada a los ensayos en Tel Aviv, no terminó por mejorar su desinfle. Una puesta en escena, diseñada por Fokas Evangelinos (el mismo que diseñó su puesta en escena en 2016, con gran trayectoria en el festival, y que, además, diseña la puesta en escena de este año de España) no terminó de convencer. Es fuerte, está llena de juegos de ilusiones ópticas con espejos y hologramas, con lluvia y cajas de cristal (que ya se han visto en otras escenografías del griego)… Pero no termina de levantar a Rusia. Y, aunque la realización al principio parecía que iba a terminar de empatarla, en la noche de la semifinal mejoró. Eso sí, nadie sabe por qué, pero ensayo tras ensayo, la voz de Sergey Lazarev ha ido empeorando, y, el directo, no fue el mejor.

Aun así, Rusia ha conseguido pasar a la final y se postula que consiga un puesto en el lado derecho de la tabla. Si es que deja de desinflarse.

ALBANIA Y SU PASE A LA FINAL

Albania se convirtió anoche en otra de las finalistas que no eran de las más esperadas, pero que tampoco estaba sentenciada para no pasar. Jonida Maliqi hizo una gran actuación, con una puesta en escena con pocas cosas destacable pero que no dejaba de ser llamativa y acorde con el tema.

Lo impresionante de esta actuación, a pesar de ser un tema íntegro en el idioma de la cantante (uno de los pocos este año), era la voz de la albanesa, que fue perfecta de principio a fin. Albania le dará el toque étnico a la final con el tema Ktheju Tokës.

EL TRÍO NORUEGO QUE LEVANTA PASIONES

Noruega es uno de los países que este año levanta pasiones. Quizás no sea una clara ganadora, pero sí una de las actuaciones que muy seguramente vaya a pasar a la historia del festival. La mezcla pop festivalera del dúo y el rap en yoik, totalmente étnico-noruego, además de un estribillo totalmente pegadizo, hace de Spirit in the sky, un tema difícil de olvidar. Y así es como Noruega ha conseguido meterse en la final.

El trío KEiiNO, super querido por los eurofans, dará el toque más fiestero a la noche del sábado, levantando a toda Europa con su tema. La puesta en escena, potente y sincronizada con su tema, les ha dado el toque final para ser perfectos competidores.

PAÍSES BAJOS, LA GRAN FAVORITA QUE CADA VEZ TIENE MÁS CERCA EL MICRÓFONO DE CRISTAL

Países Bajos ha sido este año la rompedora. La que arrasó con las casas de apuestas con su publicación y la que, cada vez, cada hora, se distancia aún más en porcentajes del resto de canciones. Y no es para menos: Arcade es magia.

Duncan Laurence cada vez está más cerca de acariciar el micrófono de cristal este sábado. Tiene grandes competidores para ello, pero, su actuación en semifinales, se está convirtiendo en todo un hito para la historia de Eurovisión. Una puesta en escena sencilla, él y un piano, un fondo azul que le da el toque misterioso de Arcade, una realización totalmente coordinada y un cantante que arrasa tanto vocalmente como con su mirada.

Su mirada a cámara en uno de los momentos de la actuación ha sido una de las cosas más comentadas. Se come la cámara. Muchos dicen que sienten la letra de la canción esa mirada, que sienten algo especial, algo mágico en su interior con Duncan Laurence al piano.

Todo está en juego el sábado, todo. Nunca se sabe si Países Bajos puede pegarse el golpe de realidad y perder el micrófono de cristal. Pero, lo que sí quedó claro en la semifinal es que, Duncan Laurence se merece el premio.

MACEDONIA DEL NORTE, ESTRENÓ NOMBRE Y ENTRÓ POR LA PUERTA GRANDE

La puesta en escena de la nueva Macedonia (cambió el nombre hace tan solo unos meses) ha sido otra de las grandes sorpresas. Una balada que pasaba desapercibida para todos, ha conseguido subir en las apuestas hasta hacerse un hueco entre las posibles diez primeras de la final.

Tamara Todevska, quién ya, hace unos años, probó suerte en Eurovisión y se quedó en semifinales, ha entrado por la puerta grande en la final con una puesta en escena llena de elegancia, emoción y sencillez: tan sólo tiene unos focos sobre ella, un vestido verde y varios espejos a su espalda que la hacen engrandecerse aún más sobre el escenario.

Macedonia del Norte ha renovado el nombre, y sobre todo, ha empezado una nueva etapa en el festival.

AZERBAIYÁN, LA FAVORITA DE ÚLTIMA HORA

Azerbaiyán antes de los ensayos era tan solo un tema más: A algunos les gustaba más, a otro menos, pero, nadie al veía como favorita para ganar. Fue presentarse su puesta en escena, robótica y llena de colores llamativos, y dispararse su subida hasta el top 5.

Chingiz, además de llamar la atención por ser otro de los guaperas de esta edición, ha conseguido, con una puesta en escena moderna y llamativa, llamar la atención de toda Europa. Con un tema totalmente dance, muy de ir a comprar ropa, Azerbaiján lucha este sábado por convertirse en un, en caso de ganar, sorprendente e inesperado ganador.

Con Azerbaiján, todo el pescado estaba vendido. Ya solo quedaba esperar a las votaciones para conocer a los otros diez finalistas de la gran final del sábado 18. Durante el periodo de votación, pudimos ver una actuación tributo a la película El Gran Showman de diferentes artistas que encantó al público, además de conocer, un minuto, de la actuación de los otros tres países que quedaban por presentarse por ser de los que pasan directamente a la final: Alemania, Reino Unido e Italia.

Una vez cerradas las líneas, la emoción de la última semifinal de este año, se apoderó de Europa y los diez finalistas fueron anunciados: Macedonia del Norte rompía el hielo, y a partir de ahí, le siguió Países Bajos, Albania, Suecia, Rusia, Azerbaiyán, Dinamarca, Noruega, Suiza, y terminó cerrando con una gran emoción el equipo de Malta.

El RUNNING ORDER DE LA FINAL

Una vez conocidos todos los finalistas y hechos todos los sorteos, de madrugada, se publicó el orden de actuación de la final. La posición en la que se actúa suele influir mucho en las votaciones posteriores, y por ellos, estar en la primera o la segunda mitad, suele ser una decisión importante. No obstante, el que es ganador, aunque por estadísticas suele actuar en la segunda mitad, muchos ganadores han participado de los primeros para luego arrasar en votaciones.

Como noticia importante, España actuará en última posición, cerrando la final, un gran privilegio que han otorgado al país, demostrando que hay esperanzas de que España vaya a ganar mucho en esta final.

  1. Malta
  2. Albania
  3. República Checa
  4. Alemania
  5. Rusia
  6. Dinamarca
  7. San Marino
  8. Macedonia del Norte
  9. Suecia
  10. Eslovenia
  11. Chipre
  12. Países Bajos
  13. Grecia
  14. Israel
  15. Noruega
  16. Reino Unido
  17. Islandia
  18. Estonia
  19. Bielorrusia
  20. Azerbaiyán
  21. Francia
  22. Italia
  23. Serbia
  24. Suiza
  25. Australia
  26. ESPAÑA