Crítica de “The Drug King”

"The Drug King" es la nueva película del director coreano Woo Min-Ho, quien ya tuvo bastante éxito con su anterior película "Inside Men". Ambientada en la época de los años 70 en Corea del Sur y basada en hechos reales, esta cinta es un drama criminal que recuerda en más de un momento a cierta película estrenada en 1983 y dirigida por Brian de Palma, "Scarface".

La historia de la película trata sobre Lee Doo-Sam, un hombre que vive en la ciudad de Busan y se dedica al contrabando para mantener a su familia. Después de la decisión del gobierno surcoreano de redoblar los esfuerzos para acabar con los contrabandistas, Doo-Sam es traicionado por su jefe y encarcelado. Será en la cárcel donde este hombre decidirá dedicarse al tráfico de drogas y tras salir pondrá en marcha una operación que le convertirá en el Rey de la Droga de Corea, Japón y Taiwán.

Lo primero que se tiene que decir sobre esta película es que no es una cinta aburrida y tiene muy buenos momentos, pero no utiliza bien su tiempo.

Al igual que tiene algunas escenas están maravillosamente hechas y que permanecerán en la memoria de algunos durante largo tiempo, el filme no carece de escenas innecesarias, que no aportan nada o casi nada a la película y ocupan un tiempo que podría haber sido dedicado a alguna subtrama de la película que claramente lo necesitaba más.

El punto más fuerte de la cinta es su personaje principal. Un personaje muy interesante que está muy bien escrito y desarrollado pero que sobre todo está magistralmente interpretado por Song Kang-Ho, actor al que se pudo ver ya en películas como "The Face Reader" (2013), "Age of Shadows" (2016) o "Taxi Driver" (2017).

Los personajes secundarios están interpretados por actores que también tienen mucho talento como por ejemplo Bae Doo-Na, la actriz coreana favorita de Netflix que ha participado en series como "Sense8" (2015-18) y "Kingdom" (2018) para la plataforma digital, y Cho Jung-Seok, actor coreano que encantó tanto al público como a los críticos en películas como "Architecture 101" (2012) y "The Face Reader" (2013). Sin embargo estos grandes actores están un poco desaprovechados en esta película, pese a hacer un buen trabajo, ya que los personajes secundarios de esta película son un poco planos y no llegan a alcanzar todo su potencial como personajes.

Una cosa que sin duda no se puede olvidar mencionar al hablar de esta película es su ambientación que es maravillosa y está muy conseguida. La cinta consigue mostrar un retrato bastante fiel de la Corea de los años 70.

¿Dicho todo esto que nota se merece la película? Pues, por desgracia la película no llega a ser todo lo buena que podría haber sido, una cinta de sobresaliente, pero tampoco se la puede considerar mediocre. Aunque sea un poco más larga de lo debería ser y no utilice bien su tiempo, el visionado de este filme está lejos de ser una pérdida de tiempo. Es por esto que este largometraje se lleva un 7/10.