Nuestra sociedad está viviendo un momento de inclusión. Hasta la fecha, el hecho de que tuvieras una discapacidad intelectual o física, levantaba barreras en tu vida.
Esto impedía ejercer cualquier profesión, y el mundo de los focos, del arte, no iba a ser menos. Quién iba a decir que en un mundo de apariencia y superficialidad, iban a pisar tan fuerte personas que no estuvieron normalizadas.
A nivel nacional, un ejemplo o una lección de vida incluso, es la película Campeones. En casi dos horas, este elenco nos enseña que un sueño puede ser alcanzado por cualquier persona, sin que un estigma pueda frenarlo. Jesús Vidal , actor de este reparto, se llevó el Goya al mejor actor revelación, dejando a todos impactados tanto por su victoria, como por las inspiradoras palabras de su discurso del que podemos destacar: "Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad, visibilidad" [...] "Queridos padres, a mí sí me gustaría tener un hijo como yo, porque tendría unos padres como vosotros".
Además, la capital andaluza está celebrando unos encuentros en salas de baile durante estas semanas, unos puntos en común donde los discapacitados pueden explayar esos dotes artísticos que tanto tiempo han tenido que reprimir. Un evento que proclama ese apoyo que debemos darles a estas personas para que se sientan como lo que son, uno más.
Tanto la sociedad como la cultura están viviendo una revolución, una revolución de la que podemos aprender una lección de vida.
