Ante la reciente polémica que la Academia provocó tras anunciar que ciertas categorías como “Mejor Fotografía” no serían transmitidas al aire, celebridades del medio como Guillermo Del Toro mostraron sus disgusto en redes sociales, bajo el argumento de que no puede existir el cine sin la fotografía. Y en esto Del Toro lleva razón, la fotografía es aquel elemento narrativo y visual que le brinda ese look característico y deseado a la película.
Este año la categoría se caracterizó por varias cosas:
- Tres de las nominadas en la categoría son películas extranjeras provenientes de México, Polonia y Alemania.
- Alfonso Cuarón es el primer director en ser nominado en esta categoría por su propia película.
- Dos de las nominadas son en blanco y negro, y todo parece que la verdadera pelea por la estatuilla se encuentra entre ellas dos.
Sin más preámbulo, vamos a conocer un poco de cada una de las nominadas.
COLD WAR
Fotografía de Lukasz Zal
Se trata de uno de los trabajos visuales más bellos del año. Se caracteriza por su empleo del blanco y negro, en un formato 4:3 y encuadres en extremo cuidados, que hacen de cada espacio de la película en un cuadro digno de observar en un museo.
La cámara se mantiene fija la mayor parte del tiempo, hasta que la narrativa de la película necesita de movimiento para contar los momentos más inestables de un romance malogrado a causa de los conflictos sociales en la Europa del siglo pasado.
Este trabajo ya fue premiado por el gremio de cinematógrafos, así que si ROMA no logra el galardón, ésta película es la mejor opción.
ROMA
Fotografía de Alfonso Cuarón.
Queda claro que Cuarón le ha aprendido bastante a su colaborador habitual, Emmanuel Lubezki, quien en esta ocasión no pudo trabajar con el director por problemas de agenda. En ésta, su película más personal, Cuarón ignora por completo el blanco y negro cliché cargado de granulados, contrastes y sombras, y en su lugar apuesta por una imagen nítida conseguida con un formato digital de 65 mm que luce espectacular en 4K.
Cuarón huye de la manipulación emocional a través de la imagen y construye la puesta en escena con el uso de una cámara estática, largos paneos que nos ayudan a conocer a detalle los espacios, grandes planos secuencia, y sobre todo, una profundidad de campo que nos sitúa como espectadores ajenos a las vicisitudes de los personajes, en lugar de cómplices.
Uno de los trabajos trás la cámara más audaces del año, que realmente le hacen honor a la noción de que el cine es contar historias mediante imágenes.
THE FAVOURITE
Fotografía de Robbie Ryan.
Una de las cuestiones más celebradas de The Favourite es que se trata de una película de “época” que huye de todos los convencionalismos del género. Uno de ellos el de la estética apastelada y colorida. Precisamente el apartado de la fotografía es uno de los grandes responsables, pues es un trabajo que hace a un lado los planos cerrados o medios, que ignora por completo los paisajes y que ciñe su estilo en una paleta de colores mayoritariamente fríos y poco acogedores.
Para conseguir este look tan especial Robbie Ryan, siguió el ejemplo de Stanley Kubrick en su Barry Lyndon de 1975 y optó por filmar con luz natural, utilizando grandes angulares para tomas en extremo abiertas que transmiten la soledad de los personajes en la inmensidad de los espacios monárquicos, y sobre todo utilizó en escenas clave el “ojo de pez” que le brinda una originalidad maquiavélica a una historia sobre los juegos de poder, la traición y el romance tóxico.
Un trabajo que sobresale principalmente por desmarcarse de las convenciones y conseguir aún así una estética visual tan bella como original.
A STAR IS BORN
Matthew Libatique.
Se trata de la segunda nominación del fotógrafo habitual de la filmografía de Darren Aronofsky. Aquí en colaboración con Bradley Cooper, Libatique consigue mostrar a través de la imagen la progresión en la historia de Ally, una mujer que pasa del anonimato a convertirse en una gran estrella.
Este trabajo no es tan llamativo como los anteriores, sin embargo, es precisamente uno de los mejores del año por sumergir al espectador por completo en la historia sin que éste note la belleza de los encuadres, los colores, o los tipos de lentes utilizados.
Si algo hay que reconocer de A Star is Born es la belleza en las imágenes de todos y cada uno de los números musicales, el uso de la luz, los encuadres cerrados que captaron para la posteridad las excelentes actuaciones de sus protagonistas y ese on the road look que le da vida a la historia.
NEVER LOOK AWAY
Fotografía de Caleb Deschanel.
La gran sorpresa de las nominadas y aquella película que completa esta tercia de películas extranjeras que ha tomado casi por completo la categoría. Resulta curioso que aunque la película no haya conseguido la nominación en la terna de Mejor Película Extranjera, sin embargo, su fotografía sí haya logrado colarse dentro de las nominadas.
Se trata de un trabajo que bebe directamente de la estética del pintor de la vida real en el cual se basa la historia de la película. Deschanel estuvo involucrado en el proyecto desde sus inicios, incluso antes que el mismo director. Conocía a la perfección el trabajo del pintor por lo que logra transmutar toda esa paleta de colores en imágenes en movimiento.
¿Cuál es tu favorita en esta categoría? ¿Cuáles otras películas crees que debieron ser nominadas a Mejor Fotografía? Cuéntanos todo en los comentarios y en nuestras redes sociales.