Sin duda, La Segunda Guerra Mundial es el suceso más contado en la historia del cine. Y hacer una película sobre ello no es fácil, ya que es necesario aportar novedad al argumento. En este caso, estamos ante un largometraje que sí consigue centrarse en un relato un poco más particular sin meterse de lleno en el "gran conflicto", perdiendo importancia algunas tramas y conflictos típicos de una historia como esta. Esto hace que la parte emocional pierda importancia, la cual, sin embargo, no se echa en falta.
Una de las grandes virtudes de esta película es la delicadeza de Mar Targarona a la hora de dirigir esta obra, y es que para mí ha sido todo un descubrimiento. Además, para esta película ha hecho una gran labor de investigación sobre el tema, el cual es bastante desconocido para gran parte de la audiencia, el cual se refleja perfectamente en la narrativa.
Otro de los grandes culpables de que la película me haya convencido tanto es la buenísima interpretación de Mario Casas ('Grupo 7'), el cual se postula como firme candidato a mejor actor en los Goya de este año. Está en un registro bastante diferente en comparación con los personajes que suele interpretar, y creo que lo borda. El resto del reparto también está excelente, destacando Alain Hernández ('Palmeras en la nieve'), aunque el mayor peso de la historia recae sobre el protagonista, el fotógrafo Francisco Boix.
Sin embargo, a pesar de todas estas grandes virtudes he echado en falta algo más de profundización en los personajes. Aun así, entiendo que quizás no se conocen todos los detalles de la historia y por ello, se desconocen algunas motivaciones de los personajes.
En conclusión, creo que estamos ante una de las grandes candidatas para la gala de los Goya, tanto en parte artística, destacando dirección y actuación, como técnica, destacando en la iluminación.