Freddie Mercury su grupo Queen son historia viva de la música y, por mucho que pase el tiempo, sus canciones permanecerán en la memoria colectiva para siempre. Era muy raro que nunca nadie se hubiera atrevido a hacer una película sobre el grupo y, por fin, tras ocho años de espera y con cambios de protagonistas y de director, Bohemian Rhapsody ha llegado, pero, ¿lo ha hecho para permanecer en la memoria colectiva o solo es una cinta más?
Bohemian Rhapsody no es un biopic, aunque intenta seguir una fórmula biográfica que no le sienta bien. Su guion no profundiza en nada, se queda a medio camino y no cuenta nada que no se sepa sobre la banda. Se podría haber profundizado mucho más en los orígenes de Freddie o en su enfermedad, pero, en lugar de eso, parece ser más un tributo en el que había que meter todas las canciones de Queen posibles en sus dos horas y cuarto.
Bohemian Rhapsody es muy disfrutable, pues el espectador no dejará de tatarear sus canciones, pero no hace justicia a lo grande que era el mítico Freddie, que se merecía una película apoteósica y que trascendiera y, por desgracia, no creo que sea el caso.
Con ayuda de una impecable caracterización, Rami Malek hace un trabajo brutal y por el que se merecería, por lo menos, estar nominado a los próximos Oscar. Por eso, da mucha rabia que su interpretación no se haya aprovechado más en un filme que tenía todos los elementos para triunfar. Con altibajos y una primera parte sin demasiada fuerza, Bohemian Rhapsody es un trabajo correcto pero que no está a la altura del que se esperaba que iba a ser uno de los acontecimientos del año.
Valoración: 3/5
Lo mejor: La interpretación de Rami Malek y poder disfrutar de las canciones de Queen en la gran pantalla
Lo peor: Que parecía uno de los filmes del año y no lo es