La gira Grandes éxitos y pequeños desastres de Dani Martín llegó ayer a la capital bizkaína, concretamente, al Bilbao Exhibition Center (BEC!) para ofrecer unas tres horas de concierto cargadas de energía en las que se repasaron los principales éxitos del artista tanto, en solitario, como en El Canto del Loco.
Aunque el cielo de Bilbao lucía gris, hubo suerte para algunos fans del músico, que formaban fila desde antes de las 5 de la tarde, y no llovió. Público de todas las edades con camisetas, sudaderas y demás accesorios del cantante esperaba impaciente a la apertura de puertas que tendría lugar a las 7 y media.
Tres Caladas abren la velada
Una vez que padres con sus niños pequeños, adolescentes, jóvenes y ya no tan jóvenes llenaron la pista del recinto, comenzó la actuación de los teloneros: Tres caladas. El dueto conformado por el cantante Rodrigo Calvo y el guitarrista Íñigo Martín, fueron calentando al público con canciones compuestas por ellos mismos para más tarde atreverse con Como lo tienes tú de Pereza y Un millón de cicatrices de El Canto del Loco, la cual fue coreada por todo el recinto.
La carta de presentación de Tres Caladas fue breve, dejando aún bastante tiempo de espera antes de que comenzara el show de Dani Martín por lo que una cámara fue enfocando al público animando a hacer tonterías y calentando el ambiente y se colocó un marcador en las pantallas con los últimos minutos de espera al cantante.
El artista que une generaciones
A las 9 de la noche hizo su aparición el famoso “secuestrador” de Dani Martín: el Gallo.
La persona debajo de aquel disfraz supo perfectamente como animar a un público que, ilusionado, esperaba ya la salida de su cantante preferido, el cual irrumpió lleno de energía con la canción Volver a disfrutar: mensaje perfecto para dar comienzo al espectáculo y una de las más populares de El Canto del Loco.
Tras esta clara declaración de intenciones, se presentó Martín, con una camiseta de los Warriors (y, más tarde otra de los Bulls) y unos pitillos rotos, haciendo homenaje a sus tiempos gamberros en la banda.
Durante las tres horas que duró el concierto, tanto, el cantante madrileño como su público, cantó con energía sus más reconocidos temas. Al fondo, una enorme pantalla, proyectaba muchas de sus famosas estrofas y lugares y personas que le habían marcado al cantante en estos 18 años de carrera musical.
Veinticinco fueron las canciones que componían el repertorio elegido por el madrileño, y que se iban alternando entre sus discos en solitario, coreadas por los más jóvenes, y sus canciones legendarias como vocalista de El Canto del Loco, que despertaban la emoción de todas aquellas generaciones que vivieron de jóvenes el gran éxito de la banda española.
La noche iba avanzando con energía entre recuerdos y calderos de agua para amainar el calor en un concierto que, aunque no colgaba el cartel de sold out, la entrega del público era absoluta.
Martín, como en cada gira, eligió a una chica entre el público para cantar su balada Contigo, en esta ocasión la suerte estuvo de lado de una joven guipuzkoana a la que los nervios y la emoción no le jugaron una mala pasada y entonó de memoria la canción con su ídolo.
Los dos momentos más emocionantes del concierto, se dieron durante la segunda mitad del espectáculo. El primero, con una luz tenue azul y solo un piano como acompañamiento, el artista dejó de lado su imagen de canalla y enseño su gran sensibilidad con Mi lamento, canción dedicada a su hermana fallecida en un accidente unos años atrás y que erizó la piel de cada persona del recinto, que permanecía en silencio escuchando.
El segundo, llegó cuando Martín, cerca de su público subido a un taburete y guitarra española en mano, dirigió unas palabras llenas de cariño a su primo e integrante de El Canto del Loco, David Otero, al que dedicó Tal como eres, sin duda una de las baladas más sinceras del conjunto. “Hace veintidós años se me ocurrió en el sofá de mi casa hacer una banda de música que se llamaría El Canto del Loco, así, porque me daba la gana, llamé a mi amigo Iván y le dije que iba a ser el guitarrista de la banda, y después a mi primo David, les decía que íbamos a hacer historia”, explicaba un Dani Martín emocionado y más maduro.
“Hay un montón de canciones que me han llevado hasta aquí”
Con esta frase Dani Martín, iba anticipando lo que sería el final de la velada, y entonó muchas de las canciones que le habían inspirado como artista. Entre ellas se escucharon Contigo de Joaquín Sabina, Si Te Vas de Extremoduro, Aunque Tú No lo Sepas de Quique Gonzalez, American Idiot de Green Day, Blitzkrieg Bop de Los Ramones y Smells Like Teen Spirit de Nirvana.
Iba a finalizar el concierto, Martín se despedía y agradecía a las personas que habían hecho posible el encuentro y al público, que no paraba de gritar que “faltaba una”, fue el momento en el que irrumpió otra vez el famoso Gallo para unirse a las pretensiones de los asistentes y exigirle que cantara la “canción que faltaba”, con las luces ya encendidas y como colofón, las “Zapatillas” de Dani Martín, dejaron huella en un BEC! que se despedía por todo lo alto.