‘Expediente Warren’ está siendo una de las sagas de terror más rentables actualmente. Sus dos entregas han arrasado en taquilla, así como los dos spin-off de ‘Annabelle’, la muñeca diabólica de la primera entrega. Ahora, le ha llegado el turno a ‘La Monja’ que tanto nos aterrorizó en ‘El Caso Enfield’. Tened preparada una manta o algo para taparos, porque vais a pasar mucho miedo.
Al contrario de lo que ocurre en otras sagas, que prometen dar muchísimo miedo pero que al final los únicos sobresaltos que hay son los que se muestran en el tráiler, en ‘Expediente Warren’ los sustos están siempre garantizados, y ‘La Monja’ ofrece más terror que nunca. El filme comienza cuando una joven monja se quita la vida en una abadía de clausura en Rumanía y el Padre Burke, un sacerdote con un pasado vinculado a los encantamientos, es enviado a investigar por el Vaticano.
‘La Monja’ cumple de sobra con sus objetivos. Da muchísimo miedo y hay sobresaltos en cada una de las escenas. Parte de este clímax de horror lo proporciona el diseño del personaje protagonista, que ya nos asustó muchísimo en 2016. Sin embargo, no hay que negar lo evidente. La película es bastante efectista, pero no proporciona nada nuevo a una saga que en 2013 consiguió sorprender sin innovar mucho.
El universo de ‘Expediente Warren’ se ha asentado en lo cómodo. No es un terror independiente ni psicológico como el que nos proporcionó ‘Hereditary’. La saga creada por James Wan se basa en los sobresaltos como recurso principal para generar gritos. Es cierto que sus tramas están más elaboradas y su clímax es muy superior al de otras cintas del género, pero ‘Expediente Warren’ necesita reinventarse puesto que ya está cayendo en lo monótono. ‘La Monja’ es superior a los filmes de ‘Annabelle’, pero su capacidad de sorpresa es insuficiente.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Da muchísimo miedo
Lo peor: Que ese miedo se debe a sustos fáciles provocados por sobresaltos y el diseño de personajes escalofriantes.