La técnica de animación Stop Motion es la favorita por muchos y, a Wes Anderson, parece que le ha convencido bastante. Nueve años después de encandilar a la crítica con el Fantástico Sr. Fox, su primera cinta de animación, ha vuelto para hacer de su nueva obra otro éxito.
Isla de Perros está ambientada en Japón y narra la aventura de un niño que busca a su perro extraviado. En estética, se parece mucho a su anterior filme de animación, aunque tiene algunos ingredientes que la hacen diferente.
Fantástico Sr. Fox fue una obra demasiado valorada puesto que, realmente, no tenía nada que la hiciera especial: demasiado infantil para los adultos y demasiado aburrida para los niños. Sin embargo, con Isla de Perros, tenemos a un Wes Anderson haciendo una película mucho más adulta, violenta en muchos momentos.
Al igual que todos los largometrajes de este director, Isla de Perros cuenta con muchas rarezas que, a lo mejor, pueden echar para atrás. Anderson ofrece en este trabajo una inmensidad de inserciones gráficas, con desvíos narrativos que pueden resultar un poco mareantes y con un montón de detalles.
Filme social, reivindicativo, colorido en su diseño pero oscuro en su planteamiento. A lo largo de todo su metraje, el espectador tendrá sentimientos encontrados. En algunos momentos sentirá que le está convenciendo bastante mientras que en otros se sentirá un poco aburrido y es que la cinta está bastante descompensada: escenas de adrenalina y tensión pura combinadas con otras en las que la historia se desvía demasiado y es que, el tiempo que la película se desarrolla fuera de la isla, pierde mucho interés, lo que hace que sea una obra correcta pero poco destacable.
Valoración: 3/5
Lo mejor: Al contrario que en Fantástico Sr. Fox, Wes Anderson ha querido hacer una obra mucho más adulta
Lo peor: Está muy descompensada y tiene unos giros argumentales demasiado bruscos