Miles de personas se concentraron el pasado domingo en una manifestación convocada por la plataforma Democracia y Convivencia para exigir la puesta en libertad de los políticos independentistas.

La sorpresa fue comprobar cómo, por primera vez, los sindicatos formaban parte de la marea amarilla. Javier Pacheco, secretario general de Comisiones Obreras en Cataluña, afirmó que “es una absoluta injusticia el carácter desproporcional que la justicia española está aplicando”. Además, se pudo ver cómo UGT también secundó la manifestación bajo el lema “Por los derechos y las libertades, por la democracia y la cohesión, os queremos en casa”.

¿Error histórico?

El sindicalismo surge en pleno siglo XVIII con la Revolución Industrial debido a la sustitución del hombre por maquinaria. Debido a la conversión del hombre en esclavo y la desvalorización del trabajo realizado, se crean los primeros sindicatos. Abanderados siempre por la defensa de los trabajadores y sus intereses, es curioso observar cómo tres siglos después se han politizado. Sindicatos que tienen un papel constitucional. Sindicatos que luchan por una negociación colectiva. Sindicatos “neutrales”. Por estas razones, resulta inaudita la presencia de éstos en una manifestación que roza lo anti constitucional.

Tras lo ocurrido, la secretaria de igualdad del PSOE, Carmen Calvo, definió como incomprensible la movilización y la asistencia de los sindicatos. Calvo remarcó que “en nuestro partido negamos que haya presos políticos y esa manifestación era para pedir la libertad de unos supuestos presos políticos”. Pese las duras críticas a UGT, la secretaria considera que no es necesario trasladar al sindicato su descontento y malestar por haber encabezado la manifestación.  “Esta es la posición política que nosotros tenemos, no nos parece procedente que haya que salir en una manifestación a decir estas cosas, vaya quien vaya. No vamos a llamar a nadie para decirle qué es lo que tienen que hacer”, concluía la dirigente socialista.

Como bien plasma la película Gladiador, “lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad”. Y vaya si lo tiene. La suma de CCOO y UGT a favor de la excarcelación de los políticos presos ha registrado numerosas bajas por parte de los afiliados. Bajas asumidas por el propio Pacheco, que ha reconocido en varias ocasiones que se han aumentado las bajas por motivos políticos.  En el último año se han documentado más de 400 bajas en CCOO y aproximadamente 150 por lo que refiere a UGT.