El pasado sábado, 14 de abril, Fito y los Fitipaldis llegaron a la plaza de toros de la Ribera, en Logroño, acontecimiento para el que las entradas se habían agotado cuatro meses antes.
La velada comenzó con el artista telonero Muchachito, quien se encargó de divertir y hacer bailar con su guitarra a un público que comenzaba a entrar en la plaza desde las 20:00 horas y que, cerveza en mano, reía, charlaba y esperaba expectante al conjunto bilbaíno.
A las 22:30 horas y, puntuales a su cita, subieron al escenario los Fitipaldis, tras la proyección de un vídeo que reflejaba sus 20 años de trayectoria musical. Fito Cabrales, abrió el concierto con Lo más lejos a tu lado cuya primera frase “Hasta que me aguanten los huesos yo quiero seguir cantando”, fue la declaración de intenciones perfecta para este veterano del rock nacional, y así lo demostró en las dos horas de concierto que prosiguieron.
Durante todo el concierto, una plaza de toros abarrotada y entregada coreó las canciones del grupo, que repasó sus mayores éxitos con mucha energía y grandes solos de guitarra y saxofón por parte de los Fitipaldis, Carlos Raya y Javier Alzola, respectivamente.
El primer momento emotivo del concierto llegó con Donde todo empieza, balada en la que los focos iluminaron de un azul tenue el recinto y cientos de luces en las gradas brillaban al compás. Este ambiente volvió a repetirse con Soldadito Marinero, la que fue, sin duda, la canción más coreada de la noche.
Sin embargo, el instante más mágico de la noche llegó con Rojitas las orejas, tema que Fito decidió cantar en acústico y en el que se mostró más íntimo y cercano a su público al sentarse al borde del escenario. Un único foco blanco iluminándole, a oscuras el resto del escenario, solos él y su guitarra, únicos ingredientes para crear la magia.
Rodeado por amigos
Además de sus Fitipaldis, Fito Cabrales compartió escenario con Ariel Rot, antiguo integrante de Tequila y Los Rodríguez, con el que cantó, entre otros temas Un baile de ilusiones y haciendo bailar, en efecto, al público logroñés.
Además de ejercer como telonero, Muchachito también se subió con su amigo a cantar un par de temas. Sentados en unas sillas y guitarra acústica en mano, mostraron la gran complicidad que les unía.
Homenaje a sus 20 años de carrera
Los vascos tocaron a lo largo de la noche sus grandes éxitos, sin embargo, hubo temas que no se escucharon, fue el caso de varias canciones de Platero y tú, las cuales no se incluyeron en el repertorio y que Cabrales ya había tocado con sus compañeros en giras anteriores. Así canciones tan escuchadas como Alucinante o Al cantar fueron echadas en falta.
Sin embargo, el tema de "los platero", que sonó con gran energía casi al final de la velada fue Entre dos mares, canción que Fito ha versionado y ha utilizado como single para su nuevo disco recopilatorio Fitografía, esta vez con un tono menos rockero que el que caracterizaba a su época con Platero y tú.
"Que aún me queda media vida para encontrar la melodía"
El grupo bilbaíno se despidió con un cartel de agradecimiento a Logroño por su fidelidad durante estas dos décadas y su famosa canción Acabo de llegar, bonita metáfora para sus 20 años de rodaje, y demostrando durante toda la noche que aún les quedaba cuerda (y, sobre todo, música) para rato.