A un mes de lanzada la nueva entrega del Ultimate Fighter Championship para consolas de sobremesa, analizamos las características que lo hacen ser un juego genial como el que le precede y los factores que lo hacen distinto. 

Golpes básicos

Los juegos de UFC distribuidos por EA Sports han sido la epítome del uso de mecánicas que explotan al máximo la potencia de las consolas de nueva generación, mostrando su belleza gráfica y la genialidad de cada movimiento con el motor Ignite. La serie está especializada en mostrar las artes marciales mixtas de la manera más precisa posible, haciendo de cada pelea algo distinto y muy similar a un combate en la vida real. 

Realmente no hay mejoras notables a priori, las funciones del mando son iguales, adjudicando una tecla específica a cada extremidad para poder realizar los golpes. Sin embargo, no ha habido una diferencia notoria en cuanto al sistema de daños que puede ser frustrante para el jugador; pues a veces podemos medicar un buen Superman Punch o una patada giratoria sobre la cabeza del oponente y solo gastemos nuestra energía y no haremos mayor daño, aunque nuestro contrincante nos puede debilitar con un solo azote por leve que sea. 

El sistema de golpeo se siente muy natural y fluido, por lo que cada golpe que conectemos a nuestro rival se sentirá muy real. Los combos son bastante útiles para ponernos por delante del rival y debilitarle lentamente hasta llevarlo al noqueo o la sumisión. 

El sistema de sumisión sigue siendo igual al de la segunda entrega. Los mecanismos de transición durante el grappling tampoco han sido retocados notablemente, algo bastante cuestionado en la segunda entrega. Pero el juego muestra sus mayores cambios en cuanto al sistema de defensiva y los contragolpes que serán importantes para ganar las peleas que siempre se mantienen complicadas sin importar a quién tengamos en frente

Modo carrera

Uno de los atractivos más grandes de la anterior entrega era la carrera, donde teníamos la oportunidad de crear a un luchador (o usar uno predeterminado aunque con su promedio reducido para aumentar la emoción) y llevarlo desde el rango amateur a ser el campeón de su división y caminar hacia la inmortalidad. El nuevo episodio del juego mantiene sus rasgos esenciales, pero los potencia con nuevas opciones. 

UFC 3 mantiene su genialidad visual. | Foto: EA Sports

Desde el inicio escogemos un estilo de lucha que nos caracterizará para poder escalar casillas hacia la grandeza. Una diferencia notable es que ahora tendremos que escoger un gimnasio para entrenar y este tendrá su propio costo de membresía; tendremos que estudiar a los oponentes con más detalle y promocionar a nuestro luchador para que se haga notar entre los medios y así acceder a mejores peleas. 

Los cambios se hacen notar en un inicio, pero al igual que en UFC 2, terminan tornándose algo repetitivo y lo único refrescante que notamos es que los oponentes se vuelven más complicados conforme se suben escalones y requiere de una mejor práctica, mejores movimientos y un mayor uso de las estrategias por parte del jugador. 

Multijugador 

El modo en línea aparece para aumentar la complejidad del juego y permitiéndonos combatir con nuestros amigos o personas de todo el mundo, aunque realmente no ofrece nada nuevo. Peleamos en divisiones diversas e incluso podemos aprender alguna cosa u otra para usarlas en el modo offline. 

El Ultimate Team nos da la oportunidad de coleccionar luchadores y mejorarlos por medio de tarjetas con el sistema ya conocido de EA que ofrece en todos sus juegos deportivos. Al igual que varias propuestas de la compañía (a excepción de Battlefront 2), nos vemos las caras con las microtransacciones que nos tientan con mejorar a nuestros peleadores a cambio de unos cuantos billetes reales. 

Entonces...

Respondiendo a la pregunta del titular, UFC 3 no logra superar a su antecesor con muchos detalles, son cambios realmente pequeños y poco notables, pero no niega que sintamos la belleza de los golpes sobre un octágono y la naturalidad y realismo con que se efectúan. Mantiene su belleza visual que nos hace creer que estamos viendo la retransmisión del main event en la televisión. Así que, UFC 3 no logra ser del todo mejor que el juego anterior, pero compensa con retoques en el sistema de golpeo y unos cuantos aspectos frescos en el modo carrera.