Cuando María de los Ángeles Rozalén Ortuño presentó el single Girasoles, correspondiente a su disco Cuando el río suena era consciente de que desnudaba parte de su alma a todo su público. Al enorme trabajo creativo, musical y, a su ya reconocido talento, sumaba un componente vivencial y personal muy potente que ha calado tremendamente, logrando transmitir todo aquello que ella pretendía. Sus vivencias personales, su visión personal todo lo que la configuró tanto personal como artísticamente. Por ello resulta aún más especial para ella el éxito cosechado, de hecho ya en aquellos Girasoles dejó toda una declaración de intenciones, definiendo el tema como concebido y dedicado “para las buenas personas, las que habitan la mayor parte del planeta”.

Y ahora que Cuando el río suena… ya es Disco de Oro tras 17 semanas en lista de ventas de España certificando su personalísimo trabajo como uno de los álbumes del último año, le llega el tiempo para recoger los frutos de su viaje interior. Su trayecto creativo por esas historias íntimas que la consolidan como una de las grandes artistas españolas del momento, de las cantantes que mayor personalidad poseen en el mercado musical.

Rozalén dice, cuenta y transmite mucho en sus canciones, además a la tan heterogénea como emocionante idea que plasmó en su tercer álbum, sumó una producción musical brillante, atrevida y fundamentalmente inteligente, eligiendo ese aroma de la inolvidable Violeta Parra y aquellos otros ritmos del dram and bass.

La artista castellano-manchega culmina por tanto con este reconocimiento la meta que se marcó cuando se puso a rebuscar entre los cajones de su alma, su infancia, sus raíces, sus experiencias, su existencia. Que el público valorara la autenticidad como objetivo de la defensa y lucha de las luces de la vida, Justo lo que quería…

Construido a base de historias personales que emergieron a lo largo de dos años de aprendizaje personal. Once canciones para conocerse a sí misma, rescatando la memoria personal sin ningún tipo de miedo y todo el optimismo, desbordando esa positividad que siempre desprende María. Para Rozalén la certificación de oro es sin duda la confirmación de su éxito, pero fundamentalmente la enorme satisfacción de que lo ha logrado abriendo su corazón de par en par, sin ningún tipo de tabúes, mostrándose tal cual es: “Es lo más íntimo de mi piel y los secretos de mis raíces”.

Rozalén que se encuentra presentando la gira por toda España, con nuevas fechas nacionales e internacionales que serán comunicadas próximamente, recibe por tanto el reconocimiento que merece. Y es que Cuando el río suena… de Rozalén, arrastra en su corriente pepitas de oro en forma de música e historias que han logrado atrapar a la gente. Pura transmutación en oro de las piedras de la vida, pura alquimia del alma.