Ana Belén, 'Dual'

Ana Belén es un icono de la canción y la música española, La Voz de la transición, de esa historia musical y política. Ana Belén son las canciones de siempre, es su elegancia, su mesura, esa canción que brota del pecho y las tripas, ese torrente puro y cálido de voz de seda. Es nostalgia y este trabajo Dual son los inolvidables duetos que ha protagonizado durante su brillante carrera. Unos duetos a los que se sumarán nuevas grabaciones como el tema De paso, con Luis Eduardo Aute; Vuelves, con Rozalén, de Algo contigo, con Rubén Blades, Motivos, con Abel Pintos y Yo me pido vida, con Vanesa Martín.

El resto es la recopilación sonora de 28 dúos que realizó a lo largo de su carrera, con artistas de la talla de Chavela Vargas, Chico Buarque, Djavan, Miguel Poveda, Serrat, Sabina, Lucio Dalla, Camarón, Fito Páez, Antonio Banderas o María Dolores Pradera. Un grandioso despliegue de magia y momentos únicos para la música en español. Porque Ana es una de esas grandísimas artistas junto a la que prácticamente todo cantante soñaba cantar. Nombres como los de Pablo Milanés, Carlos Berlanga, Cecilia, Antonio Flores, Miguel Ríos, Sole Giménez, Chico Buarque, Pasión Vega y por supuesto Víctor Manuel componen este maravilloso regalo.

Ana es mucho más

Si alguien osara a pensar que Ana se quedó en aquella Puerta de Álcala, que con la muerte de Tierno Galván o la pérdida de la hegemonía del socialismo en 1994, la artista y cantante madrileña perdió parte de su magia, es que no tiene la menor idea de su verdadera dimensión como artista. Reducir a Ana Belén a un grupo de progres que cantaban a la democracia liberal es un error muy común. Ana -y Víctor- son mucho más que todo eso. No hay nada más auténtico que cantarle a la libertad, pero es que en su caso además se trata de una de las más grandes artistas que ha dado nuestro país en cuatro décadas.

Ana Belén sigue siendo Mari Pili aquella niña del barrio madrileño de Lavapiés que con once años ganó un concurso radiofónico para promesas, pues nunca ha parado de decir que sigue sin saber nada. Es aquella que con solo quince años y de la mano de Miguel Narros se subió por primera vez al escenario del Teatro Español, la que no ha hecho otra cosa que deleitar a la gente, a su público. Sus canciones son las canciones de varias generaciones de españoles que vivieron y vieron junto a ellos la posibilidad de un futuro con optimismo y un claro sentimiento de igualdad y libertad.

“Acompaño a mi sombra por la avenida, mi sombra se pierde entre tanta gente, busco una puerta, una salida donde convivan pasado y presente...”

Una puerta al recuerdo

Quizás Madrid ya no sea aquella ciudad perfecta para reinventar la democracia, quizás La puerta de Alcalá ya no represente la puerta que reconcilia el pasado con el presente, la de la libertad. Posiblemente se tenga que abrir un camino hacia otro tiempo y buscar una nueva puerta, pero la voz de Ana Belén sigue siendo ese sedoso y firme mensaje detenido en la memoria y el corazón de la gente, inigualable e inolvidable. Una diva del espectáculo con más de cuatro décadas de éxito continuado que ha atravesado muy diversas generaciones. Y es que Ana Belén es por encima de todas las cosas la fuerza del talento, la fuerza de la melodía, la fuerza de la música, la fuerza de la interpretación y la fuerza de la cultura. Una mujer y una cantante que sigue enamorando, la sensual Lía, el prototipo de cantante para la que todo poeta escribe, todo músico compone, simplemente aquella con la que todos soñaron.