Nacido en 1969 en Bolzano capital del Alto Adigio ciudad bilingüe en la que se habla principalmente italiano -aunque con un cuarto de población que habla el alemán-, la vida de Peter Demetz prácticamente no tendría sentido sin el arte. De hecho solo de esta forma se puede describir y comprender la minuciosidad, el realismo y la expresividad de sus maravillosas miniaturas a las que dota de un realismo tal que parecen que pudieran respirar.

Foto: http://www.peterdemetz.it/

Este artista estudió en la Escuela de Arte de Ortisei (1983-84), siendo aprendiz en el taller de Heinrich Demetz (1984-90), y obteniendo su diploma como Maestro Escultor en 1993. Puede que este hecho parezca intrascendente en la trayectoria de Demetz, pero al crecer y evolucionar como artista en Ortisei, principal localidad de Val Gardena, en la que en el siglo XVII nació el arte del tallado de la madera, resultó crucial en su vocación artística. De hecho aquella tierra tiene una tradición de cuatrocientos años de tallado de la madera.

Creció por tanto bajo la influencia de auténticos maestros del tallado en madera, por eso siempre consideró a la madera como un material vivo, que en su caso resulta asombrosamente evidente.  Sus excepcionales esculturas talladas a mano en madera  de tilo oscilan entre los 50 y los 120 cms de altura, pero las medidas en su caso son lo de menos porque son sencillamente excepcionales. La elección de la madera de tilo, no siendo aleatoria, es quizás un tanto secundario a nivel expresivo y sentimental, aunque como ha reconocido en alguna ocasión el artista aprecia su color brillante y su veta homogénea.

http://www.peterdemetz.it/

En la mayoría de los casos Demetz representa figuras de hombres, mujeres y niños sobre un fondo liso, a veces coloreados.  En un alto porcentaje el cuidado de hasta el más mínimo detalle, pliegue de la piel, la espalda, los ropajes… dejan al que las contemplan sin palabras. En esencia son dioramas de una altura artística maravillosa, en los que juegan con la luz, el color, la perspectiva, la actitud y la teatralidad de sus figuras. Posee una capacidad única para manejar el arte escénico y el resultado es ciertamente sorprendente.

http://www.peterdemetz.it/

Impresiona y llega al corazón aparte de por su realismo, por la expresividad corporal de las mismas, su imaginación para crear situaciones y emocionar en historias cortas. Es algo mágico conseguir con algo relativamente tan pequeño llegar con tanta fuerza a la gente. Para Demetz el lenguaje corporal es la forma más honesta de comunicación pues es muy complicado de disimular y transmite prácticamente todo lo que somos y sentimos. Lo realmente difícil es conseguir lo que Demetz, tallar la vida con sus manos.

http://www.peterdemetz.it/

La tridimensionalidad de su obra, la perspectiva oblicua y real sobre el fondo abstracto le convierte en un maestro del espacio conocido y desconocido. Sus figuras que andan, que respiran, que están a punto de entrar en otro espacio en actitud contemplativa o un segundo antes de entablar una conversación son sencillamente geniales. El sentimiento de fugacidad se enreda maravillosamente con el de nostalgia e incluso de despedida. Es como la contemplación de un ser vivo, pero de un momento para recordar que ya se vivió. En definitiva, Peter Demetz, un artista genial con más de cuatrocientos años de influencia de grandes genios de la madera.

http://www.peterdemetz.it/