Hace poco más de un mes Jenniffer López junto a Gente de Zona lanzaron al mercado Ni Tú Ni Yo, como adelanto a su próximo álbum en español. Un trabajo del que ya dejó constancia con la balada Mírate en los Premios Billboard. La cantante y actriz estadounidense eligió la noche del 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos, para su presentación oficial y a diferencia de la tendencia generalizada en el mercado musical con una apuesta muy clara por el reggaetón, el electro-latino, el trap y el pop-house tropical, recurrió nuevamente a la salsa y a esos ritmos latinos de los que es una de sus divas, sus reinas. El vídeo acumula más de 35 millones de reproducciones en youtube y la canción que hace referencia al amor inesperado e inevitable constituye un claro guiño a su situación personal.
En cualquier caso lo que queda ampliamente demostrado es la profesionalidad y la genética de una artista que con 48 años sigue en plena forma. JLO pone un pie en el mercado y sigue diciendo aquí estoy yo y, la que quiera competir con ella tendrá que cantar, bailar y pelear mucho para bajarla del trono.
Acertadamente acompañada por Gente de Zona, Jennifer López se muestra como siempre espectacular. Como describe en la canción el amor es inspirador, cautivador, conmovedor, provocador y a veces tentación; el amor es así: controlador, es dictador, emocionante, apasionante, depredador.
Es un huracán que te lleva por delante, como esta artista, arrolladora y tan valiente como para competir con sus ritmos latinos y la salsa en estos tiempos, pero claro es Jennifer López y solo hay que verla y escucharla cantar esta estrofa “tus labios son agua pura y mi mirada ya refleja el kamasutra: me gusta mi cama, pero prefiero la tuya” para comprenderlo. Puede que el mundo espere a una López más urbana, más actual, pero siendo un clásico triunfa sencillamente porque es ella, puro sabor latino con el Bronx en el corazón. Por todo ello Dios Salve a la Reina, Dios Salve a la JLO.
