No había ningún antecedente que pudiera predecirlo, pero el nuevo filme protagonizado por Edgar Wright se ha convertido en uno de los más sorprendentes de todo el año, convirtiéndose en una espectacular y cuidada aventura audiovisual sin frenos que pisa el acelerador a fondo desde el minuto uno. Técnicamente es brillante, y audiovisualmente sublime.
En sus anteriores trabajos, Edgar Wright ha demostrado que es un director que cuenta con un sinfín de referentes clásicos. Sin embargo, con “Baby Driver” se consagra como un cineasta peculiar y con un gran recorrido. En sus 113 minutos, la cinta protagonizada por Ansel Elgort plantea una gran cantidad de ideas claras con un montaje dinámico que supone puro entretenimiento. A priori, puede parecer un filme más dentro del género thriller, pero lo cierto es que nunca se ha visto nada igual.
Su protagonista, Ansel Elgort, al que sólo conocemos desde hace tres años que saltó a la fama gracias a “Divergente”, demuestra que tiene un gran talento y una enorme versatilidad, que viene podría valerle una nominación al Oscar a este actor con madera de estrella. Además, tiene la suerte de contar con unos secundarios de lujo como son Kevin Spacey, Jamie Fox y Jon Hamm, que le aportan frescura y una parte muy macarra y divertida a la cinta.
Otros de los factores que hacen que “Baby Driver” funcione es su espectacular banda sonora.Marchosa y cañera hasta decir basta, hará que el espectador se meta en la acción desde el minuto uno. Por tanto, el resultado final es un viaje trepidante, único y que te hará pasártelo en grande con unos de los largometrajes más rítmicos que jamás se han hecho nunca. Esperamos que Edgar Wright nos vuelva a regalar una película así de redonda en muy poco tiempo.
Valoración: 4,5/5
Lo mejor: Sus impactantes escenas hace que te impacte desde el minuto uno
Lo peor: Que se la califique de comercial cuando realmente es una apuesta minoritaria