Hay una parte de Francia en la que las ideas de Marine Le Pen no han tenido una excesiva aceptación: las grandes ciudades. En Francia hay unas 35.000 comunas, algo así como el equivalente al municipio español. 42 de ellas cuentan con más de 100.000 personas residiendo en ellas. Son pocas en comparación con el número total, pero suman algo más de diez millones de habitantes, casi la sexta parte de la totalidad del país. Una parte aparentemente pequeña, pero relevante en la lucha por la presidencia.
No hay más que echar un ojo a los resultados de la primera vuelta de las Presidenciales del pasado domingo. Si uno se dirige a alguna de estas 42 comunas, encontrará el nombre de Emmanuel Macron luciendo en más de la mitad de ellas como el candidato más votado. Es algo que no debería extrañar teniendo en cuenta que también lo fue a nivel global. Lo que sí es peculiar es que Le Pen solo lo hiciera en dos de ellas, cuando fue la otra clasificada para la segunda ronda. El voto de Le Pen se encuentra en zonas rurales.
El otro gran triunfador en las urbes fue Jean-Luc Mélenchon. El candidato de Francia Insumisa se impuso en 12 de ellas, incluyendo Marsella (2ª comuna más poblada), Toulouse (4ª) y Montpellier (7ª). Por su parte, los candidatos de la extrema derecha y de la derecha solo sumaron cinco entre ambos. Fillon fue el más aclamado en Niza (5ª) y otras dos ciudades de menor tamaño como Aix-en-Province y Boulougne Billancourt, esta en las cercanías de París.
Le Pen solo venció en Toulon y Perpignan, ninguna de ellas entre las diez comunas más habitadas. De hecho, llegó a caer incluso por detrás del candidato socialista Hamon en diez localidades, destacando la propia capital. Precisamente, París fue el paradigma de lo que ocurre en las urbes. Mientras Macron venció ampliamente con 375.000 votos, Le Pen no llegaba a los 55.000, menos de un 5%.
Le Pen, muy lejos en votos absolutos
Si se comprueba el número de papeletas de cada candidato, se verá la abismal diferencia entre ellos. Mientras Macron obtenía en los territorios analizados más de 1.200.000, Le Pen obtenía menos de la mitad, unos 550.000. Es decir, en este pequeño porcentaje de población total, Macron obtuvo más de dos tercios de su ventaja total. Irrecuperable para Le Pen en localidades más pequeñas, especialmente del este del país, donde la candidata del Frente Nacional es quien tiene una ventaja clara. Incluso Fillon y Mélenchon estuvieron claramente por delante de ella. Aunque en este caso, la mayor parte de la ventaja se ubicó en París, también tuvieron más apoyo en el conjunto de las demás.
Un buen indicador de todos estos datos es el porcentaje sobre los votos totales. Si estas poblaciones suman aproximadamente el 15% del total de Francia, lo lógico es que los candidatos sumen también ese porcentaje de sus votos totales. Macron, Fillon y Mélenchon cumplen más o menos este requisito. Le Pen no. Apenas obtiene un 7%. No es un buen caladero para ella, mucho más influyente en entornos más rurales.
En definitiva, van a ser muchos los factores que influyan en quién sea el próximo Presidente de Francia. En cualquier caso, uno de ellos será lograr apoyo urbano. A Le Pen le ha fallado esto y es probable que esta situación sea mucho más favorable a Macron en la segunda vuelta. En menos de dos semanas se acabarán las dudas.