El modelo comunitario europeo no se encuentra en su mejor momento. Después del Brexit, son varios los países en los que han aflorado partidos que quieren seguir el camino que han tomado los británicos. Pero para ello, primero deben llegar al poder. Y en Francia hay opciones reales de que esto ocurra.
Aún queda para conocer lo que pasará finalmente. Pero la primera criba es inminente y solo serán dos los candidatos que queden en liza una vez pase la primera vuelta. A diferencia de la mayor parte de ocasiones en el pasado, no hay nada claro. Cuatro son los candidatos con opciones reales de acceder al famoso Palacio del Elíseo de París que ocupa el Presidente: Macron, Le Pen, Fillon y Mélenchon. A partir del domingo 23 solo quedarán dos.
¿Cómo y qué se vota?
Francia es una república semipresidencialista en la que se elige el Presidente de forma directa a doble vuelta. Es decir, los franceses, a diferencia del caso español, donde es el Congreso de los Diputados quien selecciona al líder del ejecutivo, eligen a la persona que ocupará el cargo. Primero, uno debe lograr ser candidato, para lo cual hace falta el apoyo de al menos 500 cargos electos. Han sido once los políticos que han logrado este hito y por tanto este es el número de aspirantes que concurrirán el 23 de abril.
Este día se celebra la primera vuelta. Cada ciudadano francés debe votar a un único nombre. Los dos que consigan el mayor número de votos (salvo que alguno obtenga mayoría absoluta, algo que nunca ha ocurrido durante la V República con este sistema) serán los que logren acceder a la segunda vuelta de las elecciones dos semanas después, el 7 de mayo. Ese día, los electores deberán elegir entre ellos, siendo automáticamente proclamado el más votado. Para ambos finalistas, será clave atraer al electorado de otros candidatos eliminados, ya que en este caso es probable que constituyan más del 50% de los votantes.
No obstante, el periodo electoral no concluye con la elección presidencial. El 11 y 18 de junio se realizan las elecciones legislativas que compondrán la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento galo. Son casi 600 los escaños a repartir, igualmente electos de forma directa a doble vuelta. Para ello, se divide Francia en tantos distritos electorales como miembros de la Asamblea haya, siendo seleccionada la persona más votada en cada una de ellos.
Todo por decidir
El favorito a la victoria ha oscilado durante toda la campaña. Desde hace meses, Marine Le Pen (Frente Nacional) ha encabezado todas las encuestas acerca de la primera vuelta. Su talón de Aquiles se encuentra en la segunda, donde supuestamente caería derrotada ante cualquiera que fuese su rival.
Teniendo en cuenta esta circunstancia, hasta noviembre, todo el mundo daba por máximos favoritos a Sarkozy y Juppé (Los Republicanos). El que venciese en las primarias del partido se veía ya con pie y medio en el Elíseo. Sin embargo, contra todo pronóstico, ganó el tercero en discordia, el ex-primer ministro François Fillon, convertido de un día para otro en el señalado para triunfar. Pero se ha topado con un enemigo muy duro: la justicia. Después de haberse visto en un escándalo por haber contratado a su mujer como ayudante sin que esta desempeñase tal función realmente, sus opciones se vieron seriamente dañadas.
Entonces, todas las miradas se concentraron en Emmanuel Macron. El ex-ministro de Economía de Hollande dejó el Partido Socialista para fundar el movimiento En Marcha!. Con este trampolín y la transversalidad política (y a veces, también, con un poco de indefinición) como apoyo, logró subir como la espuma en los sondeos hasta colocarse prácticamente a la par que Le Pen. Aún sigue siendo el gran favorito, pero ya no está nada claro.
Sin haberse desplomado, Fillon siguió en liza. Aunque sus opciones se vieron reducidas, no desaparecieron y pese a la pérdida de votos, nunca dejó de ser la tercera opción, no muy lejos de los dos destacados. A la fiesta, se unió a última hora Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa) desde la izquierda, la gran ausente hasta el momento. A medida que el candidato socialista Benoît Hamon se desplomaba en las encuestas, Mélenchon fue ganando enteros. En la semana de las elecciones, lo único que parece claro es que serán dos de estos cuatro los que se jueguen la Presidencia a principios de mayo.
Además de ellos cuatro y del mencionado Hamon, hay otros seis contendientes, pero todos ellos parecen tener un apoyo irrelevante para tener cualquier oportunidad real de siquiera soñar con ser el sucesor de François Hollade.
Los candidatos
François Fillon (Los Republicanos)
El candidato de la derecha conservadora. Es el único candidato perteneciente a un partido tradicional con opciones reales. A sus 63 años, está ante su gran oportunidad de ser el Presidente galo tras haber sido Primer Ministro de Sarkozy durante todo su mandato. Llega a las elecciones marcado por un escándalo de empleos ficticios tras haber presuntamente contratado a su mujer como asesora sin que esta ejerciese realmente dicha labor.
Marine Le Pen (Frente Nacional)
La ultraderechista afronta las elecciones como la gran favorita de ser la más votada en la primera vuelta, aunque ello no le asegure nada. No obstante, es la primera vez que está en disposición clara de alcanzar la Presidencia. Al igual que Fillon, también tiene líos con la justicia por haber contratado como ayudantes a personas que no ejercieron tales cargos.
Emmanuel Macron (¡En marcha!)
De banquero en Rotschild a principal favorito para ganar las elecciones. Tras la imputación de Fillon se convirtió en el gran aspirante al cargo, aunque en las últimas semanas sus opciones se han debilitado ligeramente. De corte socioliberal, el ex-ministro de Economía de Hollande no se ha visto resentido por haber pertenecido al poco valorado gobierno del Partido Socialista. Destaca por no tener a un partido grande detrás.
Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa)
De los principales candidatos, el que se encuentra más a la izquierda. Tras muchos años en el Partido Socialista, salió del mismo para fundar el Partido de la Izquierda. Tras una etapa como Europarlamentario, afronta ahora la conquista de la Presidencia. Aunque no partía como favorito, las últimas semanas previas a las elecciones han conseguido acercarle a los tres principales candidatos y afronta los comicios a la par con ellos.
Benoît Hamon (Partido Socialista)
A pesar de pertenecer al partido tradicional de la izquierda en Francia, no tiene ninguna opción. A lo largo de la campaña se ha ido desinflando en favor de Mélenchon, que le ha ganado la tostada totalmente. Es el representante de un Partido Socialista más dividido que nunca y castigado en exceso por la gestión de un Hollande que rehusó presentarse a la reeleción ante las perspectivas negativas.
François Asselineau (Unión Popular Republicana)
Este parisino de 59 años, antiguo inspector de Hacienda, es el líder del partido que fundó en 2007, Unión Popular Republicana. Esta formación destaca por promover la soberanía de Francia, proponiendo para ello la salida de Francia de la Unión Europea y la puesta en marcha de una serie de medidas proteccionistas.
Jacques Cheminade (Solidariad y progreso)
Es el candidato de más edad de las presidenciales, pues tiene ya 75 años. Nació en Argentina, donde se encontraban sus padres, y pasó allí sus primeros años, poseyendo de hecho la doble nacionalidad. En sus intentos anteriores por ser Presidente consiguió muy pocos apoyos, ni siquiera llegando a los 100.000 votos. Destaca por sus excéntricas ideas, como la colonización de la Luna. También pretende salir de la UE. Es seguidor de Lyndon LaRouche, político americano defensor de las teorías de la conspiración, y que ha sido considerado, entre otras cosas, racista y antisemita.
Nicolas Dupont-Aignan (Debout la France)
Durante muchos años fue miembro de los partidos que precedieron al actual Los Republicanos, pero actualmente es líder de su propio partido. Llegó a ser miembro de algunos gabinetes ministeriales en los 90 y lleva siendo alcalde de Yerres desde hace más de veinte años. Es otro más de los candidatos euroescépticos.
Nathalie Artaud (Lucha Obrera)
Es la segunda vez que esta profesora de 47 años se enfrenta a las elecciones presidenciales. Pertenece a Lucha Obrera, un partido de extrema izquierda de corte marxista trotskista. En las últimas presidenciales de 2012, las primeras sin la histórica líder Arlette Laguiller, obtuvo el peor resultado histórico del partido, no llegando su candidato a la Presidencia por primera vez al 1% de los sufragios.
Jean Lasalle (¡Resistamos!)
Procedente del centrista MoDem (Movimiento Demócratico), desde 2016 lidera la plataforma ¡Resistamos! para lograr acceder a la presidencia del país. Es la primera vez que se presenta a las elecciones presidenciales. Destaca por la contundencia en sus protestas. Fue incluso hospitalizado en una ocasión por una huelga de hambre y en otra interrumpió una sesión de la Asamblea Nacional cantando.
Philippe Poutou (Nuevo Partido Anticapitalista)
A sus 50 años, Philippe Poutou se encuentra ante sus segundas elecciones presidenciales. En la anterior ocasión, hace cinco años, logró obtener poco más de 400.000 votos en la primera vuelta. Destaca por ser obrero en una fábrica de Ford y sindicalista además de político.
