Es una de las sagas más exitosas y rentables de la historia del cine. Año tras año, entrega tras entrega, sus resultados en taquilla son brutales.De hecho en España ya logró situarse a la cabeza del top10 en su primer día de estreno. Por ello, parece poco probable que el motor de Fast & Furious baje sus revoluciones.

Y así ha vuelto a ocurrir una vez más. La cinta dirigida en este caso por F. Gary Gray supone una nueva dosis de emoción a cuatro ruedas para el espectador. Desde el inicio, el filme da muestras de que a lo largo de su metraje no hay cabida para la pausa. También destaca el intercambio de luces, colores y localizaciones a través de las que se va desencadenando la trama. El director de fotografía de las tres entregas anteriores, Stephen F. Windon, repite y dota al filme de una estética que vuelve a entrar por los ojos desde la escena inicial situada en Cuba.

Si algo también se hace notable con respecto a otras entregas es los quilates que ha ganado su reparto con la inclusión de Charlize Theron en esta edición. La actriz demuestra una vez más que puede acomodarse en cualquier registro y aquí el de villana le viene a la perfección.

Fast & Furious 8 es un largometraje para ver sin prejuicios y para disfrutar entrando a la sala a sabiendas de lo que uno se va a encontrar. El espectador alejado de la narrativa de esta franquicia no puede ni debe pretender buscar realismo ni sentido lógico a hechos que dentro de esta saga no lo han tenido ni lo tendrán. Si con algo vuelve a cumplir esta película es con una de las funciones básicas que ha tenido el séptimo arte desde su invención, el de entretener en la butaca.

Mi puntuación: 6,5/10