Una hermosa joven llamada Bella acepta alojarse en un castillo con una bestia a cambio de la libertad de su padre. La bestia es, en realidad, un príncipe encantado. Para romper el hechizo, deberá ganarse el amor de una preciosa dama antes de que caiga el último pétalo de una rosa encantada. Así es como La Bella y la Bestia que conocemos actualmente cuenta la historia. Pero, ¿sucedió igual desde un principio?
La versión que todos conocen es la del año 1991, cuando Disney toma sus derechos y hace la versión animada. Pero el hombre que escribió cada suceso fue Giovanni Francesco Straparola en 1550. Además, fue publicada como Las noches agradables. Más de un siglo después, en el año 1697, Charles Perrault escribió su propia modificación y Madame d'Aulnoy y Giambattista Basile lo sucedieron.
Una versión más fue editada en el año 1740 por Gabrielle-Suzanne Barbot. Pero la que se conoce hoy en día es la de Jeanne-Marie Le Prince de Beaumont. Ésta, una profesora francesa, omitió los orígenes escabrosos como la transformación del caballero en bestia y otras escenas tal como se conoce para conseguir que se ajustase a los cánones de los cuentos de hadas. Incluso, en la primera versión cinematográfica en el año 1945, también se modificó a Gastón, un cazador enamorado de Bella. Si se deja aparte las versiones de 1945 y 1991, han surgido otras en los años 1952 y 1978.
Pero algunos expertos afirman que este cuento está inspirado en una historia real. Se trataría de la historia de Petrus Gonsalvus, nacido en la Isla de Tenerife (España) en el siglo XVI y llevado a la corte del rey Enrique II de Francia. Petrus padecía una enfermedad llamada hipertricosis, que provocaba un crecimiento anormal de pelo en el rostro y en otras partes. Fue acogido en París bajo la protección del rey y se casó con una bella mujer parisina llamada Catherine.
La nueva versión cinematográfica de La Bella y la Bestia llega a las salas de cine españolas este 17 de marzo. Aquí tienes el tráiler, ¡no te la pierdas!