La Real Academia Española define la palabra cateto entre otras acepciones como una persona pueblerina o palurda. Pues bien, ahora imaginen un país en el que cuesta sudor y lágrimas sacar adelante cualquier proyecto cultural ambicioso debido a las numerosas trabas que se interponen en los caminos de las distintas industrias culturales.

Ahora, añadan un porcentaje de población de dicho país que se siente ofendido porque una actriz secundaria, de una de las producciones cinematográficas españolas más ambiciosas de este 2017, manifiesta en un programa de televisión que los españoles son unos catetos.

Por último, piensen en que existe la posibilidad de que otro porcentaje de población acabe dándole la razón a esta intérprete, que aparece escasos minutos en un filme de dos horas de metraje como es El guardián invisible, intentando boicotear la película.

Y es que se ha demostrado una vez más que hay gente capaz de dar la razón y más importancia de la que merece a las palabras necias de Miren Gaztañaga. Intentar ahogar un producto cultural de calidad, de esos que tanto trabajo cuesta que vean la luz y de los que cualquier español debería sentirse orgulloso, es propio de esa personas palurdas o catetas. Como lo quieran llamar.

Hacer boicot a la cultura es volver a levantar un muro que tardó décadas en ser derribado y que todavía se hace resistente para algunas mentes empeñadas en no apoyar uno de los bienes más preciados que tiene el ser humano. Porque un país que no apoya su cultura es un país muerto, vacío de ideas.

Y es que, en ocasiones, se deja atrás el sentido común para proclamar a los cuatro vientos unas declaraciones que no merecían la más mínima atención. Dejar atrás los tópicos solo será posible si se aprenden a gestionar las ofensas con más inteligencia. Cuidando nuestro patrimonio cultural y apoyando a una industria cinematográfica que ha dado ya en muchas ocasiones muestras de que es agradecida también en rendimiento económico para las arcas del Estado, en comparación con lo que recibe.

Porque una película tan potente en producción como es El guardián invisible y realizada por un equipo formado por miles de personas en todas sus fases de desarrollo no puede verse manchada por las palabras de un miembro de su elenco.

"El rechazo no está en quien recibe sino en quien se siente ajeno"

'El guardián invisible'