El director Pablo Larraín ha pisado muy fuerte en estos últimos años. Después de saltar a la fama con “No” (2012), llegaron la polémica “El club” (2015) y la reciente “Neruda” (2016). Con “Jackie” se aleja un poco del estilo adoptado en sus últimos proyectos, aunque su toque personal está muy presente.
“Jackie” es una cinta muy humana que explora con total detalle los sentimientos de su protagonista después del asesinato de su marido. Pablo logra ser muy hábil a la hora de retratar el desconcierto de una persona que se ha quedado destruida y que no sabe encontrar su lugar en el mundo.
El film es bastante estimulante y complejo al contar un montón de situaciones. Es muy realista y la forma de tratar al personaje es exquisita. Una de las cosas por las que funciona es gracias al impecable trabajo de su actriz protagonista. Natalie Portman siempre está perfecta en todas las películas que hace, pero en “Jackie” hace un trabajo extraordinario y que se sale de lo común.
La intención de Pablo Larraín, al igual que hizo en “Neruda”, no es la de crear un retrato perfecto y utópico del personaje, sino que busca representar a todas las mujeres que han sufrido lo mismo que la señora Kennedy. Además, el director chileno se atreve a contar otros temas, como la separación entre lo que es la imagen pública que se tiene de un personaje y su más absoluta privacidad. Quiere romper con el recuerdo que tenemos de Jackie como icono del estilo para perturbar al espectador con frases lapidarias, con impactantes flashbacks y flashforwards.
Su banda sonora, de la mano de Mica Levi, es espectacular y provoca que el público se vea envuelto en la más absoluta desesperación de la protagonista.
Valoración: 4/5
Lo mejor: Una radiante Natalie Portman con uno de sus mejores papeles hasta la fecha.
Lo peor: Que marque cierta distancia con respecto al personaje.