Si recordamos hace cuatro años, en La lego película, Batman aparecía como personaje secundario. Esta vez su egocentrismo robó el personaje principal y Chris McKay decidió dirigir una película sobre el hombre murciélago. Quién diría que con un par de piezas de construcción pueden hacerse cosas tan increíbles como esta.
Batman: La lego película retoma los elementos de la cinta dirigida por Phil Lord & Christopher Miller (La lego película). De nuevo cuenta con la técnica stop motion para poder aparentar el movimiento de estos bloques.
Pero lo que de verdad destaca en la película es el propio ego de Batman, pues los 104 minutos que dura la película giran en torno a dicho tema. No es nada diferente a lo que y hemos visto en películas como Batman Begins: un hombre solitario, egocéntrico y con miedo a formar una familia o a tenerla. Es en la única película en la que se muestra a este superhéroe desde otra perspectiva, con su arsenal de armas o con su caro plato favorito para cenar.
Este Batman cotidiano es lo que hace que la película sea digna de ver, pues consigue acercarte con el protagonista. Y también conocer sus gustos como las películas románticas (Tú me completas), miedos y obsesiones como Superman. Sin olvidarnos de que podemos comprender mejor su soledad y su forma de ser, pues tiene una armadura tanto por fuera (traje) como por dentro. La diferencia al superhéroe de carne y hueso es su trato con El Joker, que no es de extrañar ya que la película es una comedia un tanto sarcástica.
Cabe mencionar las críticas mencionadas hacia otras películas de Batman, a otros personajes como Iron Man, al universo DC o, incluso, a la industria cinematográfica. Recuerda un poco a la película del antihéroe Deadpool.
Los demás personajes hacen grandes papeles aunque sean bloques de lego. El Joker consigue ser la bomba de toda la trama, pues a consecuencia del desprecio que sufre por parte de Batman decide terminar con esa "relación" de odio que tienen. Alfred sigue en la línea de padre y protector al igual que en otras películas. Y Batgirl (inspectora de policía) junto a Robin (su hijo adoptivo) consiguen ayudar a que Batman deje de ser tan egocéntrico.
Y, ¿por qué no añadir "malvados" de otras películas? Voldemort, Sauron o King Kong forman el bando de El Joker destruyendo la ciudad para conseguir el odio por parte de Batman para el mayor malvado de la "zona fantasma". Dan un toque diferente.
Tiene un lenguaje muy accesible tanto para niños como para mayores. Porque aunque sea de dibujos, no deja de comparar, diferenciar y homenajear: desde la serie del 66, pasando por las películas de Burton o películas más recientes como Escuadrón Suicida y Batman v Superman.
Esta película consigue demostrar que hasta la persona más solitaria necesita ayuda, amor y amistad. Y que no hay que ser egocéntrico, pues al final acabarás más solitario de lo que estás. Es una película que vuelve a demostrar que los malos no son tan malos y que la familia (incluyendo amistades y el amor) es esencial. Batman termina entendiendo que ser superhéroe no significa solo salvar a tu ciudad (Gotham en este caso), sino que también significa tener humildad y valorar a quienes te rodean. Es una lección para todos los públicos en estos tiempos que corren, la aceptación de uno mismo respetando a los demás como piezas importantes.
Lo mejor: los personajes, la trama, el humor.
Lo peor: empalagosa en muchas escenas.