Respondiendo a una llamada silenciosa, la música regresa cuando más se necesita, muchos astros de notas cayeron mientras estaban ausentes. Por motivos diferentes dos grandes artistas tuvieron que dar un paso al costado para reparar en el arcén de la vida su fugacidad, su fragilidad, su maquiavélica mueca de inoportunidad.

En 2014, Pastora Soler tras veinte años de carrera anunció su retirada de los escenarios de forma indefinida por problemas relacionados con el miedo escénico que le impedían desarrollar su carrera musical con la maravillosa y talentosa capacidad con la que lo hacía. La artista de Coria del Río, que en 2012 representó a España en Eurovisión con enorme brillantez, se despidió con las siguientes palabras: “Debí tomar la decisión de poner un punto y aparte en mi carrera hace algunos meses pero mis ganas de luchar me impulsaron a seguir... Hoy os anuncio la decisión de dejar mi actividad profesional hasta volver a recuperar la confianza en mí. Lo siento con toda mi alma”.

A partir de ese momento Pastora Soler volvió a ser Pili Sánchez, la niña de Coria del Rio, aquella pequeña que con tan solo 15 años elevaba el ‘pelómetro’ a sus paisanos cantando una saeta a la Esperanza Macarena. Y en estos casi tres años de silencio, de retiro temporal ha trabajado tanto en el terreno psicológico como personal para Volver a regalar al mundo su inmensa voz. Una voz ya de madre, recuperada en su pueblo natal, pero también en un puente entre guitarras que vuela sobre el Guadalquivir, aquel en el que reina la Esperanza, en el que se respira el aire de dos Esperanzas, una trianera, otra sevillana. Quizás para Pilar Sánchez Luque un puente de peregrinación, un camino de curación en el que de una capilla dibujada en San Jacinto, a las puertas de Triana, dio luz a una Estrella, la alegría disfrazada de bebé que le enseñó la importancia del ahora, aquella que hoy le sirve de guía en su camino de retorno al Olimpo de las grandes voces sin ningún tipo de miedo.

Ahora toca volver

Posiblemente esperanza es la palabra que más precisa en estos momentos Pau Donés para agarrarse de nuevo a la lucha contra la jodida enfermedad que arranca vidas de cuajo. Pues el vocalista de la formación musical Jarabe de Palo, que había anunciado su vuelta a los escenarios con su desgarrador tema Humo, tuvo que volver a desandar lo andado para revelar que tras un año curado de la enfermedad, un escáner en el hospital le reveló que escondido en el peritoneo habían encontrado un nuevo pequeño tumor. Pero en esta ocasión no será como en septiembre de 2015, cuando el cáncer de colon le obligó a abandonar temporalmente los escenarios y a vivir con la posibilidad de morir. En aquel entonces la enfermedad le robó la música; durante un año limpio, disfrutó del otoño, del mar, de la familia, de paseos por la montaña inexplicables, pero la llamada de la música era tan poderosa que decidió que Jarabe volvería en 2017 a los escenarios pasara lo que pasara. Desafortunadamente pasó lo que no debía de pasar, pero en cambio en este momento y por recomendación de su propia oncóloga no habrá célula terrorista capaz de hacerle bajar de los escenarios.

Nadie podrá quemar aquella letra que escribió en pleno proceso de tratamiento: Ahora, / Que empiezo de cero / Que el tiempo es humo, / Que el tiempo es incierto /Ahora / Que ya no me creo / Que la vida sea un sueño / Ahora / Que solo el ahora / Es lo único que tengo / Ahora / Que solo me queda / esperar a que llegue la hora…

Precisamente por ello, porque el ahora es lo que todo el mundo posee, porque en esencia todos esperan que llegue la hora, no es el momento de abandonar. Pau estrenará disco y libro, nada le impedirá saltar por el acantilado y volar con los brazos de la música, la poesía y la composición. Pues como muy bien ya ha anunciado Donés ahora que el cangrejo ha despertado es la hora de volver a hacerle frente, aunque en esta ocasión cantando, con voz o sin voz, con cangrejo o sin cangrejo, con quimioterapia o sin ella, pero dedicándole el menos tiempo posible al bicho. Sencillamente porque la vida son más de cincuenta palos y porque ahora toca volver para demostrar al mundo que la música es una de las expresiones artísticas más bellas para superar los miedos y representar que lo más importante de la vida es el ahora.