Con el claro reflejo de 'Buried', aquella película protagonizada por un estupendo Ryan Reynolds, llega esta producción apadrinada por España, Italia y Estados Unidos con más puntos por mejorar (que no malos) que cosas buenas da (abundantes también en su manera).
Tras la poca aceptación que ha tenido por parte de la crítica especializada en general nadie irá a ver 'Mine' al cine esperando ver una obra maestra. Estas bajas expectativas pueden ser clave ya que el exceso de estas y el esperar lo que no es pueden decepcionar en exceso a más de uno (que es exactamente lo que ha ocurrido con la mayor parte de los espectadores que han pagado por ver esta película).
Sin embargo, no todo son cardos en el jardín de una película con muchas flores preciosas que ofrecer al público. La genial intercalación del pasado del protagonista mientras se encuentra atormentado con el pie sobre la mina y los peligros que afronta, dan a la película un ritmo mucho mayor del que pueda parecer a simple vista. Este desarrollo, no obstante, llega algo tarde y requiere más claridad que la que se le otorga.
Para no ser un director del primer plano mundial, el trabajo realizado es bastante reconocible y de calidad además de la correcta ambientación y un sonido bastante decente.
Lo mejor: Clint Dyler. En una película con soldados y disparos las mejores escenas son aquellas en las que aparece este actor (con permiso de la noche con los lobos). Sus interesantes reflexiones y sus puntos cómicos como aquello de 'Mike es Michael' dan aire a la película al tiempo que acomodan de una mejor manera al espectador a la cinta.
Lo peor: Mike. Estas películas tienen un eje central que es el protagonista. Y es aquí donde la película más flaquea, algo imperdonable para este tipo de largometrajes ya que este hecho le pasa mucha factura. No es que Armie Hammer haga una horrible interpretación (aunque tampoco es para tirar cohetes), pero un personaje mal construido y poco realista no llega a empatizar con el espectador salvo en contadas ocasiones.
