ESPAÑA

El desgobierno

2016 ha sido el año sin gobierno en nuestro país. Tras las elecciones de diciembre de 2015, ningún candidato obtuvo los escaños necesarios para lograr formar un gobierno. Rajoy y el PP, a sabiendas de que no había opciones, ni siquiera hicieron el esfuerzo de intentarlo.

En su lugar, fue Pedro Sánchez, a pesar de haber obtenido los peores resultados del PSOE en democracia, el que dio un paso al frente. Tras acordar con Ciudadanos un pacto para la investidura, las cosas parecían facilitarse. Sin embargo, no hubo forma de conseguir los escaños restantes. En los dos meses que transcurrieron tras este hecho, nadie pareció mover un dedo de forma real. Así, el país se vio abocado a otras elecciones.

La reválida de Rajoy

Más allá de un ligero baile de escaños en favor del PP, los comicios de junio no arrojaron excesivas novedades. De nuevo, los populares volvieron a vencer, aunque esta vez por una distancia aún mayor. No obstante, a Rajoy le volvió a costar tomar la determinación de intentar formar gobierno.

De nuevo, Ciudadanos tendió la mano al candidato a la presidencia, junto con Coalición Canaria. No obstante, ni por esas, el Partido Popular tenía asegurado formar un gobierno. De hecho, Rajoy fracasó en su primer intenso en septiembre. A punto de cumplirse los dos meses, y tras una profunda crisis del PSOE, por fin Rajoy pudo dejar de ser presidente en funciones.

Unos días después, el presidente anunció su nuevo equipo de gobierno con algunas caras nuevas y sonadas salidas, como las de García-Margallo en Exteriores y Fernández Díaz en Interior. Fueron sustituidos por Dastis y Zoido, respectivamente.

País Vasco y Galicia, una vara de medir

Uno de los puntos calientes del año electoral fueron los comicios gallegos y vascos, celebrados a final de septiembre. En Galicia, el PP salió muy reforzado. Núñez-Feijoó revalidó su cargo tras no perder ni un solo escaño. Ni siquiera el surgimiento de Podemos, aún inexistente en 2012, consiguió que los conservadores perdieran votos en el que es uno de sus principales feudos.

Por otro lado, en el País Vasco, el PNV logró ser el partido más votado, aunque sin mayoría absoluta. El partido de Urkullu no las tenía todas consigo tras perder ante Podemos en las generales. No obstante, el electorado vasco prefirió a los nacionalistas para el gobierno de la autonomía. Aún así, fue necesario el apoyo del PSE en la segunda votación contra Iriarte, candidata de Bildu, la segunda fuerza, para que Urkullu se proclamara Lehendakari. 

Una crisis profunda

2016 ha sido el peor año de la era reciente para el Partido Socialista. El último trimestre ha sido una pesadilla continua en Ferraz. Después de conseguir en dos ocasiones consecutivas el peor resultado de su historia, Sánchez quedó muy debilitado. Tras querer convocar unas primarias y un congreso extraordinario en un plazo muy corto, Sánchez vio cómo gran parte de su ejecutiva dimitía. Acorralado, se vio obligado a dimitir a primeros de octubre. Una gestora liderada por Javier Fernández lo sustituyó.

Pero aún quedaba lo peor: decidir si investir o no a Rajoy.  En un acalorado debate en el que incluso se llegó a hablar de traiciones, finalmente se llegó al acuerdo de abstenerse, aunque no todo el mundo lo acató. No obstante, Rajoy terminó como presidente gracias al PSOE.

Para saber más: 2016, el annus horribilis del PSOE 

INTERNACIONAL

El Brexit, un inesperado cambio de rumbo europeo

Después de salir airoso del referéndum de independencia escocés, Cameron trató de nuevo de hacer algo similar con la pertenencia de Reino Unido en la Unión Europea. Esta vez, el tiro le salió por la culata.

Pese a que las encuestas auguraban que el Sí a la UE sería el resultado mayoritario, la sorpresa saltó y los partidarios de marcharse se terminaron llevando el gato al agua, para mayor gloria del líder del UKIP, Farage. La ventaja fue de casi cuatro puntos, superior al millón de votos. No obstante, sigue siendo aún hoy llamativo el reparto de votos. Si en Escocia e Irlanda del Norte, se apostó por la permanencia, en Inglaterra (exceptuando Londres) y Gales, la elección fue la contraria.

El inicio de la era Trump

También en Estados Unidos fallaron los pronósticos. En una lucha de dos candidatos impopulares como Clinton y Trump, el segundo se llevó el gato al agua. Pese a ganar en voto popular, la mujer del expresidente se quedó sin ocupar la Casa Blanca debido al reparto de delegados para el Colegio Electoral. La demócrata ha sido la quinta candidata que perdió pese a ser la más votada.

A partir de enero, empieza una nueva era en los Estados Unidos, marcada por la salida del primer presidente negro, Barack Obama, quien sigue teniendo una gran popularidad, aunque se le achaca el no haber cumplido muchas de sus grandes promesas electorales. A partir de 2017 se verá si el magnate multimillonario que llegó a presidente sí lo hace.

La crisis migratoria

Uno de los asuntos más calientes de los últimos años ha sido la llegada de numerosos inmigrantes a tierras europeas provenientes de territorios en guerra, especialmente Siria. Aunque este 2016 no ha sido tan intenso como el pasado 2015 en ese sentido, favorecido por el acuerdo con Turquía para el freno migratorio, el problema sigue estando muy de actualidad.

De hecho, el auge de los populismos en Europa se ha visto muy directamente relacionado con este tema. En Austria, la extrema derecha estuvo a punto de triunfar. En un país dentro de las rutas migratorias como Hungría, se han tomado duras medidas para frenar la llegada de refugiados. En otros Estados como Francia, Alemania u Holanda, los partidos de esta ideología amenazan con llegar al poder.

No obstante, el problema parece muy lejos de resolverse. La guerra en Oriente Próximo sigue muy activa. En los últimos meses, imágenes tan devastadoras como las de la destruida Alepo han conmovido al mundo entero y han dejado claro que todo está lejos de acabar.

Para saber más: En la crisis de refugiados, Idomeni simboliza el fracaso del sistema 


El terror se instala en Europa

Después de que en noviembre de 2015, París sufriera un durísimo ataque terrorista, Francia no ha levantado aún el Estado de excepción. Aún así, eso no ha sido suficiente para evitar que volvieran a sucederse más hechos terroríficos. En julio, el día de la fiesta nacional francesa, un terrorista recorrió el paseo marítimo de Niza durante un largo tramo tras el volante de un camión, atropellando a todo el que se cruzaba a su paso. Casi un centenar de personas perdieron la vida.

Antes, en marzo, Bruselas, el corazón de la Unión Europea, también vivió el horror. 35 personas fallecieron en sendos ataques producidos en el metro y el aeropuerto de la capital belga. En las últimas semanas, Berlín ha sido la última en recibir ese golpe. El método fue muy similar al que se utilizó en Niza aunque  el número de muertes fue muy inferior. 

No obstante, Europa no fue la única golpeada. En Siria e Irak, a principios de 2016, se vivieron dos de los ataques más graves del curso. El sucedido en Bagdad supero, de hecho, el centenar de víctimas. También tuvo mucha repercusión el atentado sufrido por Turquía en febrero. Tampoco se salvó Estados Unidos. En un ataque a un club en Orlando, perdieron la vida medio centenar de personas. Todos los ataques mencionados fueron reivindicados por el autodenominado Estado Islámico.

Un golpe de Estado fallido

Turquía ha sido uno de los protagonistas del año. Además de su acuerdo con la Unión Europea para el freno del flujo migratorio o el atentado sufrido en el aeropuerto Atatürk, sufrió un intento de golpe de Estado.

Los golpistas no tuvieron éxito y Erdogan recuperó el control gubernamental, con consecuencias bastante represivas. A partir de entonces, las detenciones y suspensiones de empleo se sucedieron en el país. El gobierno puso el punto de mira en el clérigo Fetullah Gullen, ex-aliado del presidente.

Italia, otro referéndum con guillotina

Las dificultades para gobernar el país italiano motivaron a su primer ministro, Matteo Renzi, a cambiar la Constitución para facilitar la toma de decisiones. Sin embargo, antes necesitaba el apoyo de su país. El político del PD convirtió la votación prácticamente en un plebiscito sobre su propia continuidad. La derrota de la reforma el 4 de diciembre fue el final de Renzi en el cargo.

Brasil, Juegos Olímpicos… E inestabilidad

En 2016, los Juegos Olímpicos viajaron hasta Sudamérica. Pero el país también vivió un año convulso en lo político. La presidenta, Dilma Rousseff, la protegida de Lula da Silva, fue destituida en su cargo tras el voto contrario del Senado en un impeachment por violar normas fiscales. En su lugar, se nombró a Michel Temer como nuevo presidente brasileño.