Segunda dimisión de un primer ministro europeo en menos de veinticuatro horas. Después de Matteo Renzi, hoy también ha dejado el cargo su homólogo francés, Manuel Valls. No obstante, las razones son muy distinas. Si el italiano debió marcharse tras ponerse su país en su contra en un referéndum, el político nacido en Barcelona lo hace para intentar dar el paso más importante en su carrera política: intentar el asalto a la presidencia de Francia en unos meses.
Manuel Valls, de 54 años, ha comparecido hoy en Evry, localidad de la que fue alcalde durante más de una década. Allí, ha explicado su intención de suceder a François Hollande. El actual presidente, acusando su gran impopularidad, ha decidido no concurrir de nuevo al cargo. En su lugar, lo intentará el hasta hoy líder de su ejecutivo. Valls, que no estaba obligado a dimitir por su decisión, se marcha para dedicarse plenamente a la campaña. Antes de ser candidato, deberá vencer en enero en las primarias de la izquierda.
Manuel Valls, cuyas políticas no han gustado a parte de la izquierda, ha dicho ser un candidato "de reconciliación". En una izquierda dividida, cree necesario hacer "hacer un esfuerzo. Yo, el primero". Por otro lado, pretende "que Francia sea independiente, inflexible en sus valores", en relación a las fuerzas externas que pueden afectar al país, como los Estados Unidos con Trump. Por otro lado, ve necesario evitar algo como lo de 2002, cuando se enfrentaron por la presidencia la derecha y la ultraderecha. Considera la izquierda necesaria para el país.
Un largo camino por delante
No será fácil para Valls llegar al palacio del Elíseo. Por delante tiene un largo camino de varios meses. Hasta mayo no saldremos quién ocupará el puesto de la presidencia. Sí está clara la dificultad de acceder a él para cualquiera. En el caso del miembro del PS, primeramente deberá imponerse en las primarias de la izquierda convocadas para enero. Parte como favorito. De hecho, según Ifob, aventaja en más de veinte puntos a su mayor rival, Arnaud Montebourg, del ala más izquierdista del partido. No obstante, no debería confiarse. En la derecha, los pronósticos daban una victoria clara a Juppé, que terminó finalmente derrotado por Fillon.
En caso de victoria en las primarias, sus principales rivales (y mayores favoritos) son el ya mencionado Fillon, del conservador Les Republicains, y Marine Le Pen, del antieuropeísta Frente Nacional. Por la propia izquierda, hay otras alternativas como la de Emmanuel Macron.
