Tim Miller, director de Deadpool, deja la dirección de la secuela tras tener diferencias creativas con Ryan Reynolds. Según informa Deadline, el director de la primera entrega no había firmado formalmente un acuerdo para dirigir la secuela, pero estuvo desarrollando tanto el guión como también había planeado en un principio volver a estar detrás de las cámaras de la secuela.
Deadpool se convirtió en un gran éxito del año 2016 rompiendo récords en taquilla con una recaudación de 782 millones. Ahora Reynolds juega un papel primordial, pues ejerce como productor junto a Simon Kinberg y Lauren Shuler Donner, produciendo así una mayor influencia por su parte.
Casualmente la noticia ha llegado cuando se está buscando a la actriz que interpretará al personaje llamado Domino, la mano derecha de Cable. Algunas actrices que encabezan la lista como candidatas son Mary Elizabeth Winstead, Lizzy Caplan, Stephanie Sigman o Mackenzie Davis, entre otras. Aunque quizás el casting del personaje de Cable también tuviese algo que ver ya que en su día se confirmó que Kyle Chandler era el elegido por Miller para dar vida a dicho personaje, una decisión a la que Reynolds se opus, con el respaldo del estudio.
A pesar de su salida (amistosa), el estudio le ha otorgado a Miller otro proyecto: la adaptación de la novela de David Suarez titulada Influx con un guión escrito por Mark Bomback. De dicho proyecto se espera una nueva trilogía para el mundo cinematográfico.
Sin duda, a pesar de todos estos datos, Deadpool y Fox deberán buscar un nuevo director que se encargue de una de las película más gamberras que existen.
La secuela, aunque todavía sigue en plena fase de casting, tiene previsto su estreno para los primeros meses del próximo año 2018. Aquí tienes el tráiler por si no has visto la primera.
