La polivalencia es una de las claves para encontrar el éxito. Sin embargo, rendir a un nivel alto en todas las facetas no resulta una tarea fácil. Modelo desde los 18 años, Alba Galocha ha dado el paso a la gran pantalla de la mano de Alberto Rodríguez y El hombre de las mil caras.
La soledad que sufren en muchos momentos aquellos que se dedican al mundo de la moda desembocó en un apasionante viaje por varios rodajes de películas importantes del panorama nacional. Y aquí no viaja sola, lo ha hecho de la mano de nombres propios muy reconocidos dentro del cine español que le han ayudado en cada día en el set para madurar en la profesión.
El avión de la curiosidad que despegó para evolucionar unas cualidades interpretativas que la propia Alba fue descubriendo con el paso de los años mientras se hacía hueco en las pasarelas de medio mundo, ha aterrizado en el aeropuerto de la revelación. La primera película de las que ha grabado que se ha estrenado en el cine ha sido El hombre de las mil caras. Pero aparte de este thriller político, Alba Galocha también formará parte de No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, que llegará a las salas el 11 noviembre; Plan de fuga, que lo hará en febrero de 2017, y la francesa Si vieses su corazón que todavía no tiene fecha de estreno confirmada.
En El hombre de las mil caras, Alba no tiene un papel protagonista. Pero al igual que ocurre en las anteriores películas de Alberto Rodríguez, los secundarios están elegidos a la perfección y son el complemento ideal dentro de la historia para que nada desentone en la trama que envuelve a los principales. En el filme da vida a la sobrina de Francisco Paesa, Beatriz. Su intervención en el largometraje no tiene una duración extensa, pero sí intensa. El personaje de Alba Galocha mueva el dinero de su tío casi tan rápido como la capacidad de la modelo para adaptarse al mundo cinematográfico. Los pasos en la pasarela ahora han mutado en firmes avances para evolucionar como actriz.
Su rostro magnético le llevará en pocos meses a dejar de ser la sobrina de Paesa para convertirse en la hermana de Sara en No culpes al karma.. y a compartir planos con Luis Tosar, Javier Gutiérrez o Alain Hernández en Plan de fuga. Impecable capacidad de adaptación durante dos años frenéticos de rodajes de una actriz que sueña con trabajar para Michael Haneke o Wes Anderson. Porque ante todo, Alba tiene claro que quiere convertir su carrera interpretativa en un camino de retos.
El camino para Alba en el cine no ha hecho más que comenzar. La gallega por el momento debe centrarse en seguir aprendiendo en cada segundo en el set. De ella depende que su rostro sirva para dar vida a mil caras. Divertirse con lo que hace es una premisa principal para Galocha y, por el momento, no cabe duda tras ver su trabajo en El hombre de las mil caras de que está aprovechando su oportunidad al máximo.
Paso a paso.
