Las películas de suspense y terror suelen estar acostumbradas a vencer en taquilla. Pero de vencer a convencer hay un largo camino que solo unas pocas privilegiadas de este género han podido recorrer en los últimos años.
No respires, la nueva película del uruguayo Fede Álvarez, ha logrado multiplicar por seis su inversión en tiempo récord. Con 9 millones de euros de presupuesto, en sus dos primeras semanas en las salas de USA ya ha recaudado cerca de 60 millones de dólares. Y esto no ha sido propiciado únicamente por condiciones publicitarias sino por la calidad del producto. La cinta que narra los apuros que pasan un grupo de jóvenes que entran a robar a la casa de un antiguo militar, vence y convence.
Y es que No respires bebe de thrillers que marcaron un antes y un después en la historia del cine de terror y suspense. Destacable es la inspiración que tiene en El silencio de los corderos durante las secuencias sin iluminación que desembocan en un nudo en la garganta para el espectador. La técnica con la cámara también es sobresaliente en este filme y recuerda a referentes como La habitación del pánico en muchos momentos.
A Fede Álvarez y su equipo no les hacen falta monstruos para lograr cumplir el objetivo de poner contra las cuerdas a la persona que paga por querer sentir desde la butaca. Son sabedores de que el miedo lo crea el espectador dentro de sí mismo al ver la película y por ello buscaron crearlo desde el monstruo en el que puede convertirse el propio ser humano en base a su desesperación. Si el miedo es algo que se crea dentro de uno mismo, por qué no transmitirlo desde una persona sin efectos especiales.
El realismo que aporta a un producto audiovisual el hecho de carecer de efectos especiales y sobrenaturales dota al filme de las condiciones propicias para crear tensión y ansiedad durante su hora y media de metraje. Y es que si el maestro Hitchcock fue capaz de crear terror con pájaros, por qué no poder hacerlo ahora con un simple perro. Si el miedo es una sensación natural, para qué empeñarse en hacerla artificial.
Ser sencillo es lo que te hace grande y No respires es una película enorme en su género por partir de esa sencillez que ha hecho lo difícil fácil. Una trama sinuosa y original, así como la aportación musical del maestro Roque Baños, han propiciado que este filme esté llamado a ocupar un puesto entre las mejores películas de género en los últimos años.
