La película cuenta la historia de Joaquín (Leonardo Sbaraglia), quien descubre que una banda de atracadores está construyendo un túnel bajo su casa para robar un banco y decide espiarlos para intentar frustrar sus planes.

El largometraje empieza con unos minutos propios del cine de terror, donde se nos presenta una casa lúgubre y a un protagonista frío y que parece esconder algo. Cuando aparecen Berta (Claro Lago) y su hija Betty, el film gana en suspense pero, cuando se descubre que Clara Lago no es quien dice ser, su personaje pierde mucho interés, convirtiéndose en un recurso fácil y que ensucia en muchos momentos la trama. Todo lo contrario pasa con Betty, una niña muy misteriosa y que resulta tener más importancia de la que se esperaba en un principio, siendo clave para las decisiones que tomará su madre y que ayudará al protagonista.

Los villanos de la cinta, encabezado por Pablo Echarri, que nos brinda una magnífica actuación, aportan muchos momentos tensos al film, aunque utilizan recursos demasiado violentos y poco necesarios. “Al final del túnel” nos quiere presentar muchas situaciones y contarnos bastantes cosas, hacer una crítica de la sociedad, hablar sobre la excesiva confianza que se da a ciertos tipos de personas y plantearnos si alguien que intenta robar a un ladrón tiene realmente cien años de perdón. Sin embargo, esto hace que la película sea demasiado compacta y complicada de seguir en determinados momentos, mostrando historias que no son relevantes a la hora de la resolución final y dejando algunas cosas sin resolver.

Además, esta cinta se ve perjudicada por su tráiler, que está lleno de spoilers puesto que una vez que sabes que Sbaraglia se mete en el túnel, el film no tiene tanto interés y, en su mitad, se hace algo pesado y le sobran algunos minutos. También, Federico Luppi está demasiado exagerado y la intención de su personaje no acaba de quedar del todo clara.

Valoración: 3,5/5

Lo mejor: la interpretación de Leonardo Sbaraglia y el personaje de Betty.

Lo peor: Clara lago y una trama demasiado compacta.