"El 23J fue un punto de inflexión para Europa, y el Mundo"

(Angela Merkel)

Ha habido varias jornadas a lo largo de la historia del mundo contemporáneo que han sido denominadas 'días claves', debido al cambio que han producido en el mundo. Y en todo lo que coinciden dichos días es en las consecuencias. Son las consecuencias al fin y al cabo lo que hace que una jornada cualquiera pase a ser una jornada con la que sin ella no se podría entender el actual orden mundial. Echando la vista atrás, el 23 de junio es el día clave más reciente que tenemos. Absolutamente todos los pilares de la sociedad británica y en consecuencia, europea, se ven afectados por un movimiento sin precedentes que debe su origen a la decisión del Reino Unido de solicitar la adhesión a la CEE en 1961. Decisión ejecutada por el ex-primer ministro Harold Macmillan que acabó por confirmarse en 1975 tras su correspondiente referéndum. Sin embargo, como bien dice el historiador británico John Greville Adard Pocock, fue una entrada a Europa 'tarde, a regañadientes y despreciándose por ello'. 41 años después, el sueño de muchos euroescépticos basados en la historia de su país se ha hecho realidad. Y es que, al fin y al cabo, es la historia lo que marca el presente. Y sino que se lo digan a historianforbritain.org, un movimiento de historiadores británicos, que surgió a raíz del 'Brexit', y que sólo tienen un objetivo: concluir que la historia británica y la europea nunca han ido de la mano. Otra vez más (y ya perdí la cuenta) la frase "cuándo no entiendas el presente, pregúntate por el pasado" vuelve a cobrar sentido.

Delegación británica en 1961 en la apertura de negociaciones | Foto: Comisión Europea

"Cambio no es sinónimo de progreso"

Pasando página, cabe decir que todo el mundo era consciente de que Gran Bretaña iba a las urnas para votar su permanencia en la UE, pero muy poca gente imaginaba lo que iba a pasar. Fue un auténtico 'shock' lo que se vivió en aquella madrugada de elecciones. Con una Rusia que empieza a destapar su soberbia, con la zona de Oriente Próximo totalmente rota (rota es poco, totalmente esfragmentada por lo menos), y una potencia como es EEUU (que parecía garantizar algo de paz en el mundo) donde uno de sus candidatos presidenciales promete levantar muros con México, devolver hasta el último refugiado y vetar la entrada a musulmanes; nadie quería que este mundo en el que vivimos se volviese aún más loco. Pero sí, el ser humano tiende a ello, a cambiarlo todo y no conformarse con nada. Sin embargo, cambio no es sinónimo de progreso, y el tsunami que ha venido después del Brexit es el principal ejemplo de ello. Ejemplo de cómo unas horas pueden echar por la borda años e incluso siglos de trabajo.

El castillo acabó por derrumbarse | Foto: The Telegraph

Cameron y como cavar tu propia tumba

"La negociación para salir de la UE debe encabezarla un nuevo primer ministro"

(David Cameron)

Nadie convoca un referéndum sabiendo que lo va a perder, eso es así y es innegable a no ser que la situación sea muy, pero que muy cruda. Y es que a primera vista, se ve que David Cameron no se lo veía venir. Pudiendo convocar un referéndum con más tiempo, de forma que los acuerdos del 19 de febrero que propiciarían una mayor integración del Reino Unido en la UE surgieran efecto, Cameron se dejó guiar por la especulación y la burbuja mediática que dichos acuerdos habían producido. Y no era para menos, la UE se plegaba a los principales desafíos británicos: para empezar, se limitarían las prestaciones a trabajadores, se blindaría Londres ante cualquier amenaza terrorista y se recortarían ayudas a hijos de trabajadores inmigrantes. Un auténtica 'bajada de pantalones' de la UE ante Reino Unido que enfureció a muchísimos estados miembro. Tal vez, Juncker pensó que este acuerdo serviría para consolidar el voto a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE. Algo había que entregar, algo había que perder antes de perder por completo a unos de los pilares de la UE. Así pues, Cameron se vistió de Thatcher para luchar contra su pueblo con la tenacidad que hacía gala la 'Dama de Hierro'.

Foto: AFP

¿Y qué pasó Cameron? Pues que tu pueblo no remó junto a ti y acabó por dejarte sólo a la deriva. Situación que produjo la dimisión de Cameron al frente del Reino Unido y que deja el país en una situación de incertidumbre muy significativa. El sucesor será anunciado el 2 de septiembre tras el Congreso del Partido Conservador. Tras la baja de Boris Johnson en la 'carrera presidencial', el ministro de Justicia Michael Gove y la ministra del Interior Theresa May son los principales candidatos a capitanear la desconexión final del Reino Unido de Europa.

"Ya he conseguido mi objetivo: sacar el Reino Unido de la UE."

(Nigel Farage)

Sin embargo, el golpe al pilar político del Reino Unido no acaba aquí. Absolutamente todo el poder político del país está puesto en duda. En el Partido Conservador ya sabemos lo que ha pasado, está roto en dos y sin rumbo. Pero es que en el Partido Laborista están igual o peor; recordamos que su líder Jeremy Corbyn ya no cuenta con el apoyo de los parlamentarios de su mismo partido. A fin de cuentas, una situación insólita en el seno del Reino Unido que podría desatar una nueva crisis (y ya van unas cuantas). Olvidarse de la estructura política actual porque los dos grandes partidos de la democracia británica lucharon por una realidad que ya ni existe. E incluso el principal abanderado del Brexit, Nigel Farage (UKIP) ya se ha quitado del medio tras conseguir su objetivo de llevar a Gran Bretaña fuera de Europa. A ver quién gobierna ahora.

Farage (Partido de la Independencia) se retira | Foto: The Telegraph

Irse de Europa, pero yo me voy del Reino Unido

Aparte del caos institucional en el gobierno del Reino Unido donde ya todo es confusión, hay que añadirle la 'declaración de independencia' que Escocia ha puesto encima de la mesa. Emotivas son las palabras del MEP escocés Alyn Smith que apeló al sentimiento y la pasión siguiendo un discurso que según el 'ni había preparado y fluyó de lo más profundo de su corazón"

"No dejéis que Escocia caiga"

(Alyn Smith)

Lo peor es que no es sólo Escocia, Escocia es la punta del iceberg. Si Escocia logra la independencia, se llevará con ella Irlanda del Norte. Lo que propiciaría la unión de la dos irlandas y dejaría a un Reino Unido que de 'unido' ya tiene bien poco. Como Henry Kamen dijo para El Mundo hace unos días; el país vuelve a la Edad Media, un país sin estructura política, con una sociedad que ni se reconoce y que tiene ante él la tarea casi imposible de romper 42 años de legislación económica, fiscal, pública y social para desconectarse del mercado único más grande del mundo. Casi nada. Y es que Kamen no pudo estar más acertado, ahora mismo en Reino Unido priman dos palabras: caos y desastre.

Foto: AFP

"Nosotros viviremos lo que nosotros no votamos"

Así se sienten los jóvenes británicos ahora mismo. Y es que todos tenemos el típico amigo inglés que ya no sabe ni que decir al respecto. Los números son demoledores: un 64% de los británicos entre 18 y 24 años han votado quedarse mientras que un 58% de los británicos mayores de 65 han votado irse. Y es que a esos votantes del 'leave' habría que explicarle lo que es quedarse sin una beca Erasmus por ejemplo. Otra brecha más, la brecha generacional resulta un dato bastante curioso para analizar. Un dato que ha dejado varias frases para el recuerdo. La más destacable, la del presentador de TV James Corden: "Lo siento mucho por la juventud británica. Me temo que hoy os han dejado tirados". Y es que al fin y al cabo, los abuelos han decidido el futuro de sus nietos.

Foto: Zuma Press

La deriva económica, el 'viernes negro'

Muchos expertos definieron la jornada con el mismo nombre: 'el viernes negro'. ¡Y no era para menos! La libra esterlina volvía a mínimos de 1985, el índice bursátil español perdía un 12,3% en tan sólo un día, Wall Street un 3%, la Bolsa de Atenas, que ya no da para más alegrías, perdía un 13,4% y para rematar el euro perdía un 2% de su valor. Esto es lo que pasó, pero es que lo que viene según los expertos en aún peor.

Foto: Reuters

Según Pedro Calvo, del diario El Confidencial, la 'city' podría llegar a perder hasta 100000 empleos debido a la mudanza inmediata de empresas alojadas en Londres a la Eurozona (Easyjet, de hecho, ha solicitado a la UE el certificado de operador aéreo en otro país). Y a esto hay que sumarle que el crecimiento británico caerá del 2% al 1,5% e incluso podría estancarse en años venideros. En relación al PIB, el tesoro británico espera una contracción de entre un 3,6% y un 6%. Sin embargo, el dato más llamativo que arrojan las infinitivas previsiones económicas acerca del Brexit, es que la libra podría depreciarse en torno a un 12-15%.

Foto: EL ESPAÑOL

Sólo nos queda creer

"Europa no puede seguir como ahora"

(François Hollande)

Con los pilares político, social y financiero totalmente rotos solo nos queda creer. Creer en la gente, en las personas, en nosotros mismos porque al fin y al cabo son personas las que detrás de murallas luchan ante cualquier tempestad. Ahora toca el Brexit, y como europeos, debemos aceptar la realidad e intentar asimilarla para construir un mundo mejor. No hace falta ser experto para saber que la única solución a ello es dejar individualismos a un lado y creer en la sociedad. Una sociedad que según John Locke se construyó para ser libres, y en el Brexit hemos vuelto a ver como la libertad de expresión aflora en el seno de la sociedad pro-occidental. Es por ello, que desde el respeto y la tolerancia habrá que buscar solucionar y reconstruir algún que otro puente que garantice una relativa estabilidad para el Reino Unido.

Nuevo viaje para Reino Unido | Foto: Journal Italia

Porque todos caemos, pero al final nos acabamos levantando. No por ello afirmo que Gran Bretaña ha caído, pero en caso de lo que haya hecho (lo cual, veremos muy próximamente) habrá que echarles una mano. En lo que todos coinciden, es que el 23J ha sido un punto de inflexión, que como dijo Renzi hará que Europa sea más humana y justa. Porque dónde haya mal, habrá bien y el Brexit no es una excepción. Algunos afirman que es el principio del fin de la UE, pero para mí es el fin de un principio donde la UE olvidó su esencia, su labor: la de unir a personas independientemente de su contexto bajo los principios de la libertad, el respeto, y la tolerancia. A partir de ahora, comienza la nueva Europa y todos seremos testigos de un cambio sin igual.