Tras el éxito de 'Tortugas Ninja' era evidente la continuación de las aventuras de las tortugas mutantes. Esta nueva entrega mantiene los aspectos más característicos de su predecesora con chistes y peleas de alto nivel.
Uno de los primeros puntos a favor de 'Tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras' es la explotación al máximo de la personalidad de las tortugas. Esta vez los rolles están bien marcados desde el principio y se indaga mucho más en la relación entre los cuatro hermanos debido a sus notorias diferencias de carácter. En este caso, el maestro pasa a un segundo plano para que nada quite protagonismo a los cuatro principales.
Quedan muchos cabos que aunque no estén desatados, no les vendría mal apretarse un poco en una próxima entrega
Sin embargo, ahí puede erradicar uno de los posibles fallos del largometraje. La mezcla entre el absoluto protagonismo de las tortugas y la escasa duración de la película da como resultado el desaprovechamiento del que es sin duda el mejor factor de la película: Stephen Amell encarnando a Casey Jones.
La intervención del personaje de la máscara de hockey supone un soplo de aire fresco a la película. Esta vez se podrá ver a Amell en un personaje muy distinto al que interpreta en la serie de televisión 'Arrow': un hombre de peleas pero limitado y que siempre va a remolque de lo que ocurre con los cuatro hermanos mutantes. Su relación con April, el personaje de Megan Fox, queda con mucho camino por recorrer a pesar del intento sobre la bocina de crear una química entre ambos que no llega a surgir en ningún momento.
El tono alegre que acompaña a la película atraerá a todo tipo de público que no se verá aburrido al quedar inmerso en un tono excesivamente serio que la propia cinta no está en disposición de ofrecer.
La trama, en un principio, puede parece demasiado común pero con determinados giros, traiciones, alianzas y demás sucesos consiguen darle un ritmo interesante a la película. De momento no hay confirmada tercera parte, pero quedan muchos cabos que aunque no estén desatados, no les vendría mal apretarse un poco en una próxima entrega. Desde luego esta segunda parte deja el camino hecho a una continuación, no evidente del todo, pero sí necesaria.
Lo mejor: Stephen Amell/Casey Jones. Sin duda una gran decisión la de incorporar a este personaje y mejor todavía la elección del actor. No es del todo acertada la poca explotación que se le da, pero cuando aparece la película sube un escalón de nivel.
Lo peor: hay que exigirse más Michael Bay. Cuando una película cuenta con lad posibilidades de las que ha disfrutado 'Tortugas Ninja 2' no basta con una escena de acción increíble al principio. Hace falta alguna que otra pelea más con igual nivel de espectacularidad. Algo más de duración podría haber permitido solucionar esto a la par que un mejor desarrollo de los personajes y una mejor consolidación de la trama principal.
