Que una película tenga repercusión en taquilla depende de muchos factores. Algunos incluso están alejados de la gran pantalla. El marketing y la promoción del producto en los meses previos, durante y después al estreno de un largometraje, cada vez se hacen más necesarios para que una producción llegue al mayor número de espectadores y salas de cine posibles y con ello rentabilizar la inversión de los productores.
Una de estas herramientas para conseguir atraer al espectador antes y durante el estreno de una cinta es la cartelería. El cartel ha estado ligado al séptimo arte desde sus inicios. Estos han acostumbrado a reflejar los diferentes conceptos de representación artística de cada época asociados a la época histórica en cuestión.
El cartel de una película es uno de sus principales elementos visuales para atraer mediante diferentes códigos y lenguajes visuales y escritos, a los espectadores para que se decanten a consumir dicha producción cinematográfica.
Al tratarse de una de las principales piezas de comunicación visual, el cine español ha experimentado en las últimas décadas una importante preocupación por la mejora de la cartelería de sus películas. Es precisamente en los últimos años, cuando los espectadores han podido disfrutar de una espectacular evolucion de los carteles de las películas españolas.
El caso más reciente de esta espectacularidad en la cartelería cinematográfica está representado en la nueva película del director sevillano Alberto Rodríguez. Su productora ha dado a conocer el póster de El hombre de las mil caras y la revolución en las redes sociales tras su publicación ha quedado de manifiesto.
El espectacular cartel ha sido diseñado por el cordobés Gabriel Moreno. Un artista con una experiencia muy destacable en publicidad y que basa sus obras en los gradientes de colores drásticos y múltiples capas de imágenes que emergen de éstas y envuelven las figuras. Características que se pueden apreciar en el póster de El hombre de las mil caras. El uso de trazos negros, otro de los aspectos del estilo de Moreno, también queda fielmente reflejado.
Otro de los carteles más bellos que ha puesto sobre la mesa el cine español en los últimos meses ha sido el de la película Julieta de Pedro Almodóvar.
Obra del estudio Bar Futura, este cartel está basado en una obra del artista Dis Berlin. Con el amarillo y el magenta como protagonistas primarios y el logo del corazón y el velero que lleva en el brazo el personaje interpretado por Daniel Grao en la película, este póster también supone una delicia visual.
Tampoco se puede pasar por alto el cartel de Gernika. La nueva película de Koldo Serra que se estrenará en los cines el próximo 9 de septiembre dio a conocer su primera imagen antes del 19 Festival de Málaga. Una carta de presentación a la altura visual de una película que cuida al máximo esta faceta.
Los personajes de James d'Arcy y Jack Davenport se entremezclan con aviones, bombas y colores cálidos para completar el rostro de María Valverde, el cual concentra el peso visual de esta imagen tan bella y espectacular al mismo tiempo.
El cartel es obra de Natalia Montes. La artista comenzó su andadura en el diseño cinematográfico trabajando para Amenábar en Tesis y su buen hacer le ha convertido en la persona que más carteles de cine ha diseñado en los últimos años para la industria española.
Precisamente suyo es también el cartel de Palmeras en la Nieve, película dirigida por Fernando González Molina. Se trata de otro de los pósters de bella factura que ha dado el cine español recientemente.
Pero hasta llegar aquí, hay que retroceder muchas décadas en el tiempo para llegar a los inicios del cartel cinematográfico en el cine español. Sin los avances tecnológicos de ahora, uno de los pioneros en este arte fue el pintor Peré Montanyá en 1911. El catalán fue el encargado de realizar el cartel de Don Pedro I, el cruel, película estrenada en 1911 obra de Marro y Baños.