En una ocasión, el director Luis Buñuel afirmó: "si sólo me quedaran tres años de vida, me gustaría pasar 22 horas al día durmiendo. Las otras dos estaría despierto y las dedicaría a pensar en lo que he soñado"
Cada fotograma de Luis Buñuel provoca un escalofrío, un espejo que nos devuelve la imagen de nuestros deseos, odios y traumas concentrados en imágenes. Buñuel dice que se enamoró del cine viendo la película Las tres luces de otro revolucionario del séptimo arte, Fritz Lang. Trabajó para el director de cine francés Jean Epstein al cual criticaría tiempo después. En París toma contacto con los poetas surrealistas del momento y empieza a concebir el guión del corto por el que pasaría a la fama Un perro andaluz.
La película, fruto de la colaboración con Salvador Dalí, es una concatenación de imágenes oníricas sobre las pasiones y miedos del ser humano. El estreno tuvo lugar el 28 de noviembre de 1930. Cinco días más tarde, grupos de extrema derecha atacaron el cine donde se proyectaba, y las autoridades francesas prohibieron la película y requisaron todas las copias existentes, comenzando una larga censura que duraría medio siglo, pues no sería distribuida hasta 1980 en Nueva York y un año después en París. Después de un breve paso por EEUU para relacionarse con el modo de producción de Hollywood y tras haber coincidido con Cherles Chaplin Sergei Eisenstein vuelve a España debido a la proclamación de la II República. El director aragonés se posicionó claramente como comunista llegando a militar en el Partido Comunista y firmando un documento en contra de Hitler.
Tras huir de España debido al comienzo de la contienda civil se refugia en Estados Unidos y acepto un trabajo para el museo MOMA de Nueva York. Buñuel tenía que escoger películas antinazis para wque fueran proyectadas en el país pero la publicación de un libro escrito por Dalí terminaría con el trabajo del cineasta. En el libro se tachaba al director como ateo y hombre de izquierdas por lo que las autoridades empezaron a ver a Buñuel como persona non grata.
En 1950 Buñuel realizó Los olvidados, película con fuertes vínculos con Las Hurdes, tierra sin pan, y que en un primer momento no gustó a los mexicanos ultranacionalistas (Jorge Negrete el primero), ya que retrataba la realidad de pobreza y miseria suburbana que la cultura dominante no quería reconocer. No obstante, el premio al mejor director que le otorgó el Festival de Cannes de 1951 supuso el reconocimiento internacional de la película, y el redescubrimiento de Luis Buñuel, y la rehabilitación del cineasta por parte de la sociedad mexicana. Actualmente, Los olvidados es una de las tres únicas películas reconocidas por la Unesco como Memoria del Mundo.
En 1960 regresaría a España para rodar Viridiana una de sus obras más revolucionarias en la que explora la condición española en una sátira que habla sobre la santidad, la pureza, el sexo y la pobreza. La película ganó la Palma de Oro en Cannes. Al año siguiente estrenaría otra obra maestra, El ángel exterminador, una reflexión sobre la degradación de la condición humana pero en las clases adineradas de la sociedad. En 1972 se convirtió en el primer director español en conseguir el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, por El discreto encanto de la burguesía. Buñuel moriría en 1983 en ciudad de México.
Buñuel recoge las miserias del sentimiento español como nadie, bucea en el subconsciente más rofundo de la psique humana para extraer conclusiones escalofriantes. Con la siempre presente influencia surrealista, el director deja sello ineludible en la historia del cine influyendo en directores como David Lynch, Tarantino, Truffaut o Roman Polanski. Luis Buñuel se encuentra en el Olimpo de los dioses para siempre, un Olimpo que si estuviera dirigido por él sería una habitación oscura de la que no se puede salir.