En la 30ª edición de los Premios Goya, cuatro actrices harán acto de presencia en la gala que se celebrará el próximo sábado 6 de febrero en el Madrid Marriott Auditorium Hotel para aspirar al Goya a la Mejor Actriz Protagonista.

Concretamente están nominadas Juliette Binoche por su papel en Nadie quiere la noche, Penélope Cruz por su actuación en Ma Ma , Natalia de Molina por Techo y Comida e Inma Cuesta por La novia. Las dos últimas son las favoritas para alzarse con un galardón que premia cada año el buen hacer de las interpretaciones femeninas en películas españolas.

Solo unos días separan a Natalia de Molina o Inma Cuesta del Goya en caso de que alguna de las dos lo reciban y 24 son los kilómetros de los que distan sus raíces. Conexión andaluza entre dos nominadas a uno de los galardones más prestigiosos que puede cosechar una actriz a lo largo de su carrera en España.

Natalia nació en Linares, ciudad jienense de algo más de 60000 habitantes en la que pasó los primeros años de su vida antes de cambiar de residencia con su familia y criarse en Granada. Inma, por su parte, nació en Valencia pero pasó toda su infancia y juventud hasta los 18 años en Arquillos, un pueblo de la provincia de Jaén de 1900 habitantes que vio crecer a una intérprete que disfrutaba pasando las horas en la terraza de su habitación, desde que la vislumbraba los bellos paisajes llenos de olivares.

Quizás el hecho de crecer a partir de unas raíces humildes y alejadas de los focos mediáticos, ha hecho que estas dos actrices hayan conseguido brillar en los últimos meses más fuerte que nunca. Linares y Arquillos, Arquillos y Linares. Dos lugares con encanto en los que Natalia e Inma comenzaron a soñar con ser artistas.

Posteriormente, los sueños comenzaron a hacerse realidad en Málaga y Córdoba. Natalia se independizó en la ciudad costasoleña en busca de una formación en la ESAD que le sirvió para despuntar y conseguir sus primeros papeles hasta llegar a la cima. Inma arrancó su carrera en la ciudad de la Mezquita y allí también consiguió hacer su sueño realidad.

Las dos han sido alabadas por los respectivos papeles que han hecho que estén nominadas. No es para menos. Natalia dio voz a través de su personaje en Techo y Comida, Rocío, a las muchas personas que viven momentos complicados y que son desahuciadas por un sistema que estrangula a familias enteras en nuestro país. Inma, está entre las candidatas a hacerse con el Goya por ser el eje central de una película que más que un largometraje es una obra de arte. La novia ha despertado el corazón de Lorca hasta los límites más insospechados y el poeta ha vuelto, a través del corazón de la película de Paula Ortiz, para quedarse.

Ahora, las dos se encontrarán nominadas en la misma categoría en una gala a 300 kilómetros de distancia de sus respectivas raíces. La decisión de La Academia dictará sentencia y servirá para comprobar si alguna de las dos se hace con el ansiado premio. Natalia e Inma posiblemente nunca pensaron en encontrarse durante sus inicios. Pero ya lo decía Lorca: "Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse y que forman algo así como un misterio"