Cuando una película es secuela de la producción más taquillera de la historia del cine español, la presión y las comparaciones se hacen inevitables. Ocho apellidos catalanes, desde el comienzo de su rodaje, tuvo que soportar numerosas cuestiones sobre si la nueva película de Emilio Martínez Lázaro conseguiría estar a la altura de su predecesora.
Pues bien, tras su visionado y si entramos en el mundo de las tan odiosas comparaciones, se puede descubrir una segunda parte que comienza con fuerza,desplegando un arsenal de frases y escenas que sumergen al espectador en el aura de Ocho apellidos vascos. Pero es en esta guerra con la primera entrega, cuando la cinta comienza a salir mal parada y a quedarse sin balas en la recámara con el paso de los minutos.
Si nos alejamos de similitudes y analizamos la cinta de manera independiente, se puede ver un todo que funciona bastante bien en conjunto. Las interpretaciones una vez más son un punto fuerte y aunque Berto Romero flaquea en ciertos aspectos al tener que lidiar con compañeros de sobresaliente, Karra Elejalde, Dani Rovira, Clara Lago y Carmen Machi demuestran que este reparto tiene mucho feeling en pantalla. Las prisas no son buenas y esto en el montaje para dar forma a la historia sí que se nota en ciertos aspectos, pero el hecho de que Telecinco Cinema tuviese que cuadrar cuentas a final de año hizo inevitable este hecho.
En definitiva, un filme para ver sin prejuicios y con el que el espectador puede encontrar dentro de la sala una buena dosis de felicidad procedente de la gran pantalla. Argumento más que válido en los tiempos que corren para apostar por esta cinta.
Año: 2015.
País: España
Reparto: Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde, Carmen Machi, Berto Romero, Belén Cuesta, Rosa María Sardà, Alfonso Sánchez, Alberto López, Agustín Jiménez.
Mi puntuación: 6'5 de 10.