El cine español también busca nuevas formas de expresar lo mucho que tiene que decir. Hablar, es el título del largometraje que inauguró la Sección Oficial del Festival de Málaga, donde ganó el Premio a la Mejor Película del Jurado Joven y que además se estrena el próximo viernes 12 de junio en las salas de cine españolas.
La película dirigida por Joaquín Oristrell está rodada en un plano único y en continuidad de 80 minutos y medio kilómetro de recorrido, en el popular barrio de Lavapiés de Madrid. Los personajes hablan, discuten, ríen, lloran, amenazan, susurran, gritan,roban, se citan, se enfadan, se abrazan... y proponen al espectador una reflexión sobre el inmenso poder de la palabra.
Al igual que ya hicimos con Juan Diego Botto, en esta ocasión publicamos la entrevista que Cine VAVEL realizó a uno de los actores del momento, Miguel Ángel Muñoz. Su personaje dentro de la película no dejará indiferente a nadie y aporta esa dosis de comedia tan necesaria en nuestra sociedad, como las conclusiones que se sacan de las historias que se muestran en la cinta.
Pregunta: Tiene que llenar a un actor eso de poder presentar un trabajo tan especial como Hablar en un festival como el de Málaga y que además inauguró la Sección Oficial.
Respuesta: Me hace mucha ilusión, porque aquí concretamente a Málaga llevo viniendo desde que tengo ocho años a veranear, he venido en muchas ocasiones por trabajo y me han pasado muchas cosas emocionantes. Año tras año sigo viniendo y recibiendo el cariño de los malagueños y malagueñas que es algo muy especial.
P: ¿Cómo fue para ti la experiencia de rodar una película en plano secuencia?
R: Pues ha sido una aventura impresionante. Es como hacer una obra de teatro pero mucho más increíble por el tiempo que hemos tenido para prepararla y para hacerla. Normalmente en una obra de teatro, lo más emocionante es el estreno y la despedida. En esta ocasión teníamos ese estreno y esa despedida a la vez y además se iba a quedar grabado y se iba a ver en una pantalla grande. Entonces había una tensión, una presión, una emoción y una ilusión tran grande que hemos estado trabajando a tope para que esto saliese y al final lo hemos conseguido y estamos muy felices.
P: El hecho de rodar en una localización tan reducida y en un barrio como Lavapiés, habrá sido un factor importante para dotar de alma la película.
R: Ha sido un factor importante para que se cree un ambiente muy real de lo que se quería contar, que era tener un reflejo de la sociedad española en un barrio como Lavapiés. El que estuviésemos muchos actores cruzándonos entre sí y que la gente de calle se fuese mezclando con nosotros, hace que todo tenga una verdad imposible de planear sobre un guion que se puede hacer en un rodaje de cinco o seis semanas. Esos momentos que pasamos en esas cuatro tomas que hicimos en esos dos días no se pueden describir. Fue fruto de la improvisación y de lo que iba surgiendo allí.
P: ¿Qué le gusta más a Miguel Ángel Muñoz, rodar con la tensión añadida del plano secuencia de Hablar o con la tranquilidad que supone el poder repetir la toma en Sin Identidad?
R: Plano secuencia sin duda. Concretamente, Sin Identidad es un proyecto muy especial porque al rodarlo casi todo en exteriores y no tener plató, trabajamos como en cine. Solamente hacemos cuatro secuencias al día, todo está muy cuidado y no es una serie de televisión al uso. Pero aún así, nada que ver con esta experiencia. Aquí pones una energía y un plus que no la pones en ningún sitio, porque sabes que si tú entras en el minuto 40 y te confundes, hay que repetirlo todo de nuevo y todo el trabajo de un montón de compañeros se pierde.
P: ¿Tuviste claro que querías este personaje ante la posibilidad de elegir cualquier otro?
R: Yo lo tuve clarísimo. El proceso de elección ha sido muy diferente para cada uno de nosotros. Hay algunos compañeros que sí han escrito sus textos, otros de ciertas improvisaciones surgió una idea y desde ahí se fueron escribiendo los textos acorde con ellos. Por último, Joaquín había escrito unos textos que quería compartir con nosotros y asignarlos o que nosotros los escogiésemos. En mi caso, me pareció muy divertido y entrañable este personaje porque era una conversación que a mí me apetecía tener con una supuesta madre. Joaquín también pensó en mí para este papel, nos echamos unas risas antes de por qué los dos pensamos en esto del porno. La verdad es que cuando lo leí era muy divertido, pero luego cuando te pones a trabajarlo ves que para que la situación sea divertida hay que hacer que lo que cuente le planteé un problema tan grande que al espectador le cause risa. Fue un proceso muy intenso de llegar hasta el fondo de la cuestión, de cómo sufre este señor porque nadie le entiende. Para él, ver porno y masturbarse no es algo tan grave como lo está viendo su mujer. Ha sido un proceso muy interesante.
P: ¿Salió todo bien en la primera toma? ¿Qué ha supuesto para ti trabajar con un director de la experiencia de Joaquín Oristrell?
R: Hicimos cuatro tomas y valieron dos, que quedaron exactas, concretamente la segunda y la cuarta. Trabajar con Joaquín es un gusto, porque además de ser una mente privilegiada, ser una enciclopedia cinéfila y tener una actitud muy positiva, llevaba meses mandando textos, muchas versiones del guión y su aportación supone el 80% de la película. Bien es cierto que tanto Cristina Rota como José Samano, los productores, han aportado otro montón y han hecho que esto fuese posible. Realmente nosotros, que hemos hecho un gran esfuerzo, si no hubiese sido por estos tres mayores, no hubiésemos conseguido hacerlo. Un gusto y ojalá pueda volver a trabajar con él y con Carmen Balagué que es mi mamá en la película y con la que me lo pasé genial.
P: Y supongo que un rodaje de este tipo dará para muchas situaciones inesperadas.
R: Muchas, desde transeúntes que se meten en el plano y te quieren fastidiar la toma y tener que incorporarlo, como le pasó a Raúl Arévalo o a Juan. Hubo un señor que se puso un poco agresivo porque no le gustaba lo que estábamos haciendo. En una de las tomas, yo con Carmen nos fuimos los dos durante el texto al final del diálogo y de repente nos dimos cuenta y tuvimos que ir hacia atrás. Esto no se aprecia porque la gente no sabe el texto, pero tuvimos un momento de crisis. Y la verdad es que lo más impresionante para nosotros era la tensión que vivíamos desde que escuchábamos la palabra acción. Yo entraba alrededor del minuto 20, escuchaba acción y estaba muy nervioso, me ponía a sudar, veía a la cámara acercarse y parecía que te iban a atropellar y en el momento de atropellarte encima te tenías que poner delante y actuar. Ha sido muy chulo, tengo muchas ganas de repetir algo similar.
"En Hablar se tratan temas muy variopintos de los que a alguien siempre le van a tocar"
P: Otro de los puntos fuertes de Hablar es que casi todo el mundo se puede sentir indentificado ¿No?
R: Seguro. Yo creo que es muy atractiva para ir al cine. Primero porque hay un elenco maravilloso y seguro que a los espectadores les apetecerá ver el trabajo nuevo de alguno de los miembros del reparto. Segundo, porque es un reflejo de la sociedad actual en la que vivimos y donde miles de personas se pueden sentir identificadas con alguno de los personajes o con algunas de las historias que contamos. Hablamos de la corrupción, de crisis de pareja, de personas que tienen dos carreras y no encuentran trabajo...Son temas muy variopintos que siempre hay alguien al que le va a tocar. Encima, estamos en el contexto de un barrio humilde como es Lavapiés , que según ves las calles puede ser la puerta de tu casa.
P: Supongo que además no te faltarán proyectos.
R: Pues ahora mismo he acabado de rodar la segunda temporada de Sin Identidad que se está emitiendo en Antena 3, vamos líderes cada semana y va genial, estamos muy felices. Justamente ahora tengo que decidir los próximos proyectos en los que me tengo que involucrar y todo apunta a que serán fuera de España, entonces no se que decisión tomar, estoy justamente en este proceso porque me pueden llevar a Francia o a México de nuevo, donde ya estuve un año. Como siempre estoy pasando muchas temporadas fuera, las decisiones de los proyectos las tomo con calma porque no es ir a rodar y dormir todos los días en casa, sino que es vivir una experiencia personal muy interesante. A ver lo que decido y que me deparará pero seguro que será buenísimo.