Uno, due tre, quattro… Hoy se cumplen diez años desde que los españoles dijeron adiós a Un paso adelante, esa serie que nos enseñó a contar en italiano y cuyas tramas giraban en torno a la Escuela de Artes Escénicas de Carmen Arranz, a los profesores que se ganaron la vida allí y a los jóvenes bailarines y actores que en ella se formaban.
Muchos de los actores que se curtieron en UPA triunfan en las series más exitosas de la parrilla actual
Esa instrucción no tuvo lugar únicamente en el mundo ficticio sino también en la vida real, pues fue precisamente aquella ficción de Antena 3 la que nos familiarizó con rostros tan populares como los de Miguel Ángel Muñoz o Dafne Fernández que, tras curtirse en la piel de Rober y Marta, triunfan hoy en series como Sin Identidad o El Chiringuito de Pepe. Es más, la que fue Nieves en Tierra de Lobos y Mati en Peñíscola tuvo incluso el lujo de dar las campanadas de Telecinco la pasada Nochevieja.
Arriba el telón fue el primer episodio de UPA, una serie con el sello de Globomedia. En él, una veintena de jóvenes artistas llegaban ilusionados a esa prestigiosa escuela en pleno corazón de Madrid. No obstante, debían pasar unas duras pruebas de acceso y la posibilidad de concluir su matrícula solo estaría al alcance de los mejores. Como no podía ser de otra forma, entre los seleccionados pronto surgirán amistades, romances, rivalidades y odio en un sinfín de variopintas situaciones.
Seis temporadas y 84 capítulos más tarde, el 24 de abril de 2005 los mismos chicos –ahora mucho más maduros– se despedían de esas cuatro paredes que les habían visto crecer. En todos los sentidos. Después de tres intensos años en antena, Silvia Jáuregui (Mónica Cruz) se convertía en la única heredera de la fortuna familiar tras la muerte de su padre, y tomaba una recta decisión: dejar a su soberbia tía en la calle.
El final de Rober (M.A.M.), clara muestra de 'el que la sigue, la consigue'
En ese capítulo final, Roberto Arenales y su banda de música engañan a Puri (Chiqui Fernández), la secretaria (hoy en Amar es para siempre), hasta hacerse con el número de cuenta de la escuela y adquirir, con dinero ajeno, más de 4.000 CD’s. ¿La razón? Están advertidos de que el grupo no seguirá adelante a menos que venda 5.000 copias de su primer single. La sorpresa final será mayúscula cuando el representante de la discográfica les comunique que han despachado más de 15.000. Sin duda el trío que aspiraba a ser leyenda había arriesgado en vano una expulsión inmediata de la escuela de Arranz. Pero poco les importó cuando fueron conscientes de que habían conquistado a miles de personas sin chanchullo alguno.
En otra trama, Nacho (William Miller) engañará a Ingrid y a Lola (una Beatriz Luengo que hoy triunfa al otro lado del charco) con el único propósito de evitar que esta última corra a los brazos de su ex, Pedro Salvador, quien continua triunfando en Los Ángeles. La mentira del profe llegará al extremo de enfrentar a las dos amigas por un papel en una película de Hollywood.
Lo cierto es que los espectadores más fieles de UPA se decepcionaron al ver cómo las tramas amorosas de casi todos esos jóvenes que les habían acompañado durante tres años quedaban en el aire.
Casi todas las tramas amorosas quedan en el aire, abiertas a la imaginación de unos fieles espectadores
De hecho, los seguidores apenas tuvieron la certeza de que Rober y Marta continuaron juntos pese a los celos de la joven hacia ‘la chacha’, esa rubia llamada Tania en la ficción que, junto con el personaje de César, formó parte del renovado grupo Upa Dance tras la salida de Pablo Puyol, Silvia Marty, Mónica Cruz y Beatriz Luengo.
Quienes sí se marcaron un final feliz fueron algunas parejas de profesores: tanto el jefe de estudios Mariano Cuéllar (un Juan Echanove que hoy asociamos a Cuéntame) y Eva (Marta Ribera), como Juan Taberner y Jacinta Jiménez (papel que interpreta la misma actriz que daba vida a Sonsoles en Con el culo al aire y que en fechas más recientes fichó por Gym Tony).
Los guionistas fueron conscientes de que Juan y 'JJ' merecían tener un final feliz
Es más, precisamente en torno a ellos giró este último episodio de la serie. Aquí, el profesor de música pone en riesgo su vida al subirse al barco equivocado en aguas de Cádiz con el propósito de evitar que ‘JJ’ se case con un salvador de focas. Parece que, después de tantas idas y venidas, los guionistas tuvieron claro que los personajes de Alfonso Lara y Toni Acosta debían acabar juntos.
Hoy hace exactamente una década desde que Un paso adelante llegó a su fin debido a la notable bajada de audiencia fruto de los continuos cambios de horario y de día que la serie tuvo que consentir. Nada más lejos de la realidad (o de la actualidad) cuando en fechas recientes otras ficciones españolas de calidad han sido maltratadas y movidas al antojo de las cadenas en su particular guerra de audiencias. Un ejemplo oportuno lo constituye El Ministerio del Tiempo, la serie revelación que ha animado a muchos españoles poco asiduos de TVE a pulsar, al menos una vez por semana, el botón de La 1.
Un éxito que traspasó fronteras
UPA se exportó a países tan dispares como Francia, Alemania, Serbia, Chile, México o Cuba (por mencionar algunos). Con ello, televidentes de todas partes del planeta vieron a Rober bautizar como ‘paleto’ a Pedro y conocieron al sacerdote de El secreto de puente viejo vestido de paisano en aquella época donde interpretaba a Román, el entrañable padre de Lola.
La serie se exportó a países como Francia, Alemania, Serbia, Chile, México o Cuba
Así pues, si confiamos en eso de que ‘la audiencia es sabia y veterana’, resulta difícil pensar que espectadores de todos los rincones del mundo estén equivocados: Un paso adelante constituyó una de las más preciadas joyas que se asomaron a principios de siglo por la pequeña pantalla.