Dicen que la experiencia hace al maestro. Y aunque en la mayoría de las ocasiones este dicho popular lleva más razón que un santo, el talento para la dirección de Daniel Guzmán es la excepción que confirma la regla. El madrileño, al que muchos asociarán con la pequeña pantalla (Aquí no hay quien viva, La familia mata), debuta en la dirección de largometrajes con A cambio de nada, un filme con tintes autobiográficos en el que nos deja entrever un poco más de su personalidad y de aquellos elementos del pasado que le han moldeado como persona y artista.
En esta película de amistad intergeneracional, el drama, la denuncia social y el humor se entremezclan en un paquete sencillo, auténtico y directo a la empatía del espectador. Y es que es imposible no terminar queriendo a Darío, un joven rebelde de 15 años que se marcha de casa cuando sus padres, separados y envueltos en una lucha de tribunales, descubren que ha sido expulsado del instituto. Junto a su fiel amigo Luismi, el protagonista buscará su sitio en un mundo en el que no termina de encontrar su sentido.
Daniel Guzmán escribe y firma con alma y corazón una historia donde temas tan serios como la soledad en la vejez, la crisis económica o el divorcio problemático que salpica a hijos aparecen dibujados desde la óptica todavía inocente de un adolescente. Una ópera prima sobresaliente, que pone sobre el mapa un realizador con sello propio al que se debería de incluir desde ya en la cantera de talentos patrios. Mención aparte para la química que desprenden juntos sus protagonistas noveles, Miguel Herrán y Antonio Bachiller, artistas con luz propia que, sin duda, darán de qué hablar en el cine español. Una recomendación: si tienen oportunidad no se la pierdan en su estreno en cines (8 de mayo).
Título: A cambio de nada
Año: 2015
País: España
Duración: 95 minutos
Director: Daniel Guzmán
Reparto: Miguel Herrán, Antonio Bachiller, Luis Tosar, María Miguel, Antonia Guzmán, Felipe García-Velez, Patricia Santos, Miguel Rellán
Estreno: 8 de mayo
Mi puntuación: 9,5 /10
