Los portales de Mitele, Atresplayer y RTVE A la carta contarán los próximos días con más afluencia de lo habitual. Y es que la televisión de este país ponía anoche a los telespectadores en un aprieto. Y bien gordo. Los televidentes debían decidir si sentarse a ver las ya tradicionales audiciones a ciegas de La Voz en su estreno, un nuevo capítulo de Bajo Sospecha que entra en su recta final o la serie revelación de TVE El Ministerio del Tiempo. Por tanto, los fieles a más de una de las tres opciones deberán sacar hueco durante la semana para seguir la alternativa que, en contra de su voluntad, tuvieron que descartar ver en directo.
Sanz y Pausini, que se estrenaban como coaches, estuvieron a la altura del programa
Finalmente fue el talent de Telecinco el que arrasó en la primera noche de la semana. En concreto, el concurso musical presentado por Jesús Vázquez reunió a casi 4,6 millones de espectadores y anotó un envidiable 28,1% de share a medida que unos ocurrentes Alejandro Sanz, Laura Pausini, Malú y Antonio Orozco iban formando sus respectivos equipos. Y es que las guerras de los coaches por llevarse las mejores voces a sus grupos fueron de lo más divertidas.
Pese a todo, la serie de Bambú no decepcionó e incluso subió respecto la semana pasada. La desaparición de Nuria Vega intrigó al 19,9% de la audiencia y reunió 3,9 millones de espectadores. Cabe recordar qu e en su última entrega había tenido que conformarse con 3,3 millones, así que además de mejorar significativamente estos datos, Víctor (Yon González) y Laura (Blanca Romero) demostraron que dos programas de éxito pueden convivir en una misma noche.
Si Bajo Sospecha es un drama adulto, La Voz se configura como un entretimiento para toda la familia
¿Cómo? En resumidas cuentas, sus targets no parecían muy coincidentes a simple vista: el concurso musical es un entretenimiento ligero para toda la familia enmarcado en la telerrealidad, mientras que el drama adulto de Antena 3 se vendió como una ficción de calidad muy distanciada del costumbrismo televisivo.
Así las cosas, todo apunta a que la única víctima de la noche fue la patrulla de Julián, Alonso y Amelia. Con 2,5 millones de fieles, la serie marcó un 11,5% (mínimo) en una noche de lo más complicada para la cadena pública, que aún debe dar luz verde a la segunda temporada. No hay duda de que El Ministerio del Tiempo se confirma como la ficción más maltratada de los últimos tiempos; sin embargo, buena parte de culpa la tiene La 1, que sigue sin reflejos y la expone a toda clase de guerras en vez de protegerla para que tenga un fin de temporada digno.
