Una eufórica e histórica sesión del viernes condujo al Íbex-35 (y al conjunto de las bolsas europeas) a niveles máximos de los últimos cinco años. El índice vio como subía desde los 11.000 puntos escasos a los 11.400, lo que significa una subida de un 3,5 % en tan sólo un día, cifra que no se alcanzaba en una jornada desde el mes de diciembre. Como siempre son varios los motivos que pueden apuntar a esta subida. Si normalmente se apunta a una causa clara como motivo de los ascensos y descensos del mercado, en esta ocasión fue una mezcla del alivio causado por el avance de las negociaciones de Grecia con los acreedores de su deuda, junto a la subida del sector bancario debido a las compras y rumores de compra de algunas instituciones, y el freno de la caída del euro lo que condujo a una jornada de euforia general. En Estados Unidos el NASDAQ se situó en máximos de los últimos 15 años. El bono griego bajó del 12 % de interés tras unas jornadas de escalada sin freno, mientras el bono español a diez años se mantuvo estable, con la prima de riesgo por debajo de los cien puntos.
El Banco Sabadell confirmó la compra del británico TSB, lo que hizo que aumentara su valor en bolsa en un 4,5 %, impulsando el sector bancario (CaixaBank, Santander, BBVA, Bankinter y Popular también tuvieron revalorizaciones superiores al 3 %). El precio del barril de Brent de petróleo subió a los 55 dólares tras estar toda la semana oscilando entre los 52 y 53 dólares.
