El cineasta Álvaro Fernández Armero escribe y dirige una película coral donde situaciones muy realistas, y que tienen de fondo una crítica social, se mezclan con otras anécdotas que, llevadas al límite, podrían ocurrir a cualquier espectador que acuda al cine a verla. En Las ovejas no pierden el tren encontramos a aquellos que deben marcharse al campo a vivir porque la vivienda es mucho más accesible; a esos otros cuya obsesión por encontrar pareja los hace incluso rastrearlos vía Internet antes de una cita; e incluso a aquellos que sufren la pena de separarse debido a los problemas de salud en la vejez.
Cada uno de los personajes es el protagonista de una pequeña historia que, combinadas entre sí, crean un juego curioso lleno de altibajos que bien podría haberse trasladado a la pequeña pantalla en forma de teleserie. Este quizás es el punto más flojo del filme, que no llega a perfilarse finalmente como una película que se recuerde con el tiempo.
No obstante, cabe resaltar el gran reparto del que se compone la película, con los nombres de Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Alberto San Juan, Irene Escolar, Jorge Bosch y Candela Peña, cuyo personaje al principio puede parecer anodino pero que se convierte en uno de los platos fuertes de la cinta.
Perfecta para un día de lluvia, pero no para dedicar el día a ella.
Título: Las ovejas no pierden el tren
Año: 2015
Director: Álvaro Fernández Armero (Todo es mentira)
País: España
Reparto: Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Alberto San Juan, Irene Escolar, Jorge Bosch, Candela Peña...
Mi puntuación: 6,5 de 10
Tráiler: