Con tan solo un cuarto de siglo de edad y habiendo confeccionado semejante obra maestra, podría temerse que Xavier Dolan haya tocado techo con Mommy. No obstante, el simple hecho de ver, escuchar y vivir este filme es un fuerte incidio de que no puede ser así.

El joven director canadiense dice sentirse identificado con la constante lucha y abnegación de las mujeres y, especialmente, de las madres. Estas son, para él, una vía a través de la cual canalizar sus propios conflictos internos. Glorioso el tándem Anne Dorval ─ Antoine-Olivier Pilon, rematado por Suzanne Clément, cuyo sobrecogimiento ante la relación madre-hijo bien podría ser un vivo reflejo del corazón del espectador; en Mommy todo resulta visceral y severo a la par que enternecedor. El juego del formato de la imagen y la sublime composición de fotografía que ello supone, sumado al guion y a una banda sonora que sitúa a personajes y público en la misma atmósfera, nos lleva a la conclusión de que no hay nada fuera de lugar; ninguna de las licencias que se toma Dolan son reprochables.

No se trata, por tanto, de una exageración si afirmamos que el punto de vista de este cineasta es uno de los más fascinantes que se hayan presenciado jamás; retratando la vida como bien lo harían, en el ámbito de las artes plásticas, los mejores escultores o pintores de la historia.

Título: Mommy
Año: 2014
Director: Xavier Dolan
Reparto: Anne Dorval, Antoine-Olivier Pilon, Suzanne Clément, Patrick Huard
Puntuación: 10 de 10
Palmarés: premio del jurado en el Festival de Cannes y mejor actor, mejor actriz secundaria y mejor guion según el Círculo de críticos de Vancouver
Tráiler: