El filme postulado por Brasil a los Premios Óscar de la Academia 2015 en la categoría de Mejor Película en Idioma Extranjero, Hoy quiero volver solito, ha trascendido las discusiones habituales de las cinematografías latinoamericanas para crear debates más complejos sobre algunos temas considerados tabú en este contexto. Si bien es evidente que Brasil pretende mostrarse mundialmente como la gran potencia económica de la región, la sencillez de este relato propone una profunda reflexión sobre el amor, la sexualidad y la juventud.

Dirigida por Daniel Ribeiro, narra la historia de Leonardo, un joven ciego que además de lidiar con los retos que impone su condición física debe enfrentar su sexualidad ante la llegada de Gabriel, un compañero de clases que cambiará su vida.

Esta película, premiada en el Festival Internacional de Cine de Berlín y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, aborda tópicos muy polémicos de la cotidianidad de las escuelas latinoamericanas: el matoneo, el homosexualismo y las políticas por parte de los gobiernos frente la inclusión de estudiantes con discapacidades físicas o cognitivas. Se podría pensar con sospecha que este filme cumple los objetivos de una “agenda” que propende por comunicar una imagen de Brasil como una nación de avanzada e incluyente, tolerante frente a los cambios propios de los países desarrollados o, simplemente, Hoy quiero volver solito es la expresión de un estado de cosas que vive un país caracterizado por su cultura efervescente y sus constantes transformaciones.

La resonancia de casos como el de Daniel Zamudio, un joven gay chileno asesinado a golpes, o el suicidio de Sergio Urrego, un estudiante de 16 años cuestionado a diario por su condición homosexual y quien ante la presión de sus profesores y compañeros de colegio saltó de la terraza de un centro comercial en Colombia, confirma la importancia que cumplen las cinematografías locales al explorar y cuestionar el asunto de las estructuras patriarcales tradicionales, tan arraigadas en el contexto latinoamericano.

Es frecuente comprender una película desde el punto de "vista” de los personajes, pero para el caso de Hoy quiero volver solito, la singularidad de este relato radica en que la narrativa está planteada para ser vivida desde todos los sentidos. A partir de la llegada de Gabriel al salón de clases se introduce al público en el mundo de Leonardo, ubicando inicialmente a los espectadores como una suerte de turistas que van descubriendo poco a poco la particularidad de la invidencia para posteriormente, implicarlos en el periplo personal del protagonista, superando así cualquier cuestionamiento de tinte moralista y asumiendo un conflicto tan universal como lo es la iniciación en la vida adulta. Una película sobre un joven ciego realizada para espectadores videntes quienes después de experimentarla, logran a abrirse a nuevas maneras de sentir y percibir el mundo.

Título: Hoje Eu Quero Voltar Sozinho (Hoy quiero volver solito).

Director: Daniel Ribeiro.

Año: 2014.

País: Brasil.

Reparto: Ghilherme Lobo, Fabio Audi, Tess Amorim, Lúcia Romano, Eucir de Souza, Selma Egrei.

Tráiler: