No cabe duda de que las series están cada vez más cerca, si no lo han logrado ya, de poder mirar de tú a tú a las grandes producciones del cine. Creaciones como Juego de Tronos o Breaking Bad, están elevando el mundo seriéfilo a unos niveles inimaginables hace tan solo unos años.
Es este el caldo de cultivo que ha permitido la existencia de eventos como el organizado por Canal +, que siempre ha sido respondido por parte del público con gran entusiasmo. El Festival de Series celebra su sexta edición con presencia, por primera vez, en tres ciudades: Madrid (17-19 octubre), Barcelona (24-26 octubre) y Málaga (1 noviembre).
El Festival, baja el telón por este año en la ciudad andaluza donde, por desgracia, no ha conseguido igualar el éxito que consiguió en las otras dos sedes. Algo extraño teniendo en cuenta que la Calle Alcazabilla se llenó en las primeras horas de la mañana, cuando los más pequeños de la casa disfrutaron con los maestros jedi que les enseñaron a utilizar un sable láser, conocieron a Dora la Exploradora y Bob Sponja y pudieron ver a sus personajes favoritos de televisión en la pantalla grande del Cine Albéniz.
Tras esto, llegó el turno de los mayores, quienes, además de disfrutar de sus series, tuvieron la oportunidad de sentarse en el Trono de Hierro, sin duda el gran favorito de la jornada. El resto de stand, dedicados entre otros a Orange is the new black o The Big Bang theory, pasaban desapercibidos para la mayor parte de los malagueños, que solo tenían ojos para el 'sillón' de George R. R. Martin.
Las colas para hacerse la foto de rigor con el famoso trono llegaban hasta la misma puerta del Cine Albéniz, donde a las 17:00 comenzaba la proyección de la nueva temporada de Once Upon A Time (Érase una vez), una serie que a pesar de estar protagonizada por personajes de cuentos, se está convirtiendo en un gran éxito entre el público adulto.
40 minutos después, comenzaba la segunda temporada de Los 100, una de las series revelación del año pasado y de la que espera que siga con un nivel semejante.
Otra de las series que estrenaron temporada fue Arrow, la producción de CW que ha llevado al superhéroe de DC, interpretado por Stephen Amell, a ser uno de los personajes más populares de esta editorial, a la vez que ha abierto las puertas para que otros personajes tengan su propia serie, tal es caso de Flash.
Mientras todo esto ocurría en Calle Alcazabilla, el Auditorio del Museo Picasso acogía al equipo del Hospital Seattle Grace, con la décima temporada de Anatomía de Grey.
Pero sin duda, el punto fuerte llegó después, cuando se proyectó el piloto de How to get away with murder (Cómo defender a un asesino), un thriller legal que nos muestra a una clase de derecho y su profesora, quien les enseñará cómo actúar en un juicio para que el cliente, posible asesino, no sea condenado.
Los problemas llegarán cuando alguno de los estudiantes se vean envueltos en un asesinato, algo que descubriremos a través de flashfoward, lo que cambiará sus vidas para siempre.
Pero lo mejor estaba por llegar. Cuando todavía no había acabado la sesión anterior, los fans de Juego de Tronos hacían cola para poder ver el octavo capítulo de la famosa serie, titulado La montaña y la víbora. Fue la proyección con más respuesta por parte del público, dentro de un Festival que se ha caracterizado por no conseguir llenar ninguna sala.
De vuelta al Albéniz, NBC hacía acto de presencia con A to Z, una serie cuya cancelación, después de una temporada, se había anunciado con anterioridad a la celebración del evento en Málaga. Cristin Milioti es la coprotagonista, junto a Ben Feldman, de esta comedia romántica que recuerda demasiado a Cómo conocí a vuestra madre, la serie que sirvió de trampolín a la de Nueva Jersey.
Cambiando radicalmente de registro, Ignatius Farray, junto a Raúl Navarro y Miguel Esteban, tomó el escenario para presentar El fin de la comedia, su nueva serie que se estrenará pronto en Comedy Central.
De los seis episodios que componen la obra, se proyectaron dos en los que pudimos ver las diferentes 'caras' de Ignatius: por un lado, al padre que lucha por recuperar a su hija frente a una exmujer que se niega a aceptar la custodia compartida; y por otro, a un hombre enamorado que recorre la ciudad en busca de una chica que ha visto en el supermercado.
Lo que sí tienen en común los dos capítulos es la estructura episódica en la que se organizan, primero en días y luego en horas, y el humor que caracteriza a Ignatius y que él llama comedia extrema. Vemos así a un padre que se habla ruso cada vez que su ex se tapa los oídos, a modo de venganza, o a un técnico de una compañía de ADSL que se niega a marcharse, y por supuesto algunos extractos de los monólogos de Farray con su peculiar estilo.
Lo que en Madrid y Barcelona fue un éxito, en Málaga resultó un completo fracaso de público, aunque como el propio protagonista declaró, 'si la sala estuviera llena, el título de El fin de la comedia sería contradictorio'. Aun así, los pocos asistentes al pase disfrutaron de la serie, riéndose en los diferentes gags y aplaudiendo a sus responsables al finalizar la proyección.
Y mientras unos llegan, otros se van. Broadwalk Empire se despidió después de cinco temporadas con el estreno de su capítulo final, aunque como ya es tendencia tuvo que enfrentarse a la ausencia de espectadores que tenían otros planes para el sábado por la noche.
Tras esto le tocó el turno a otro estreno, el de Stalker, el nuevo trabajo de Luz Friedlaner, quien ya participó en El círculo secreto, una producción cancelada tras su primera temporada. Stalker parece seguir ese camino, pues la crítica no está muy contentan con lo visto hasta ahora.
La serie se ubica en Los Ángeles, donde un grupo de detectives deberán resolver varios casos de acosadores.
Rozando la media noche, y como preludio a The Walking Dead, un grupo de zombies invadió los alrededores del Cine Albéniz en busca de cerebros que comer. Fue una forma original y divertida de atraer a un público que, debido a las horas y a la ausencia de actividades complementarias, estaba abandonando el lugar.
Dentro del edificio, el Festival de Series se despedía por este año con No Sanctuary el primer episodio de la quinta temporada de The Walking Dead, una de esas series que han conseguido, como apuntábamos al principio, que este género alcance, e incluso supere, al cine.
Crossover, la serie
No solo de series y stand vive el Festival de Series. También se ha desarrollado un proyecto complementario dirigido por Rubén Ochandiano y que brinda a quien lo desee la oportunidad de ofrecer su granito de arena. Se trata de Crossover, una serie en la que han participado, entre otros, actores como Diego Martín (Rec 3) o Ana Morgade (Con el culo al aire).
Canal+ ofrece un episodio piloto de la serie con cinco personajes protagonistas (Mario, Marina, Antón, Alba y Olmo), cada uno con su propia historia y relacionado, de una forma u otra, con el resto. Los participantes, debían crear un spin-off de uno de estos personajes y subirlo a YouTube.
Los ganadores, serían escogidos por el público y por un jurado profesional, formado por Raúl Arévalo (Con el culo al aire), Pepe Colubi (Ilustres Ignorantes) y Ana Polvorosa (Aída), además de un miembro seleccionado por la Escuela Universitaria TAI.
Nubes de azúcar, de Javier Gómez, fue la gran vencedora de la gala logrando el primer premio, además de la mención especial del jurado a Mejor dirección y Mejor montaje.