Passenger llegaba a Barcelona habiendo cumplido su segundo lleno en España, tras haber vendido todas las entradas para su anterior concierto en Madrid. Razzmataz no contaba ni con un pequeño hueco para tomar aire y el británico dio comienzo a un concierto en el que la interpretación de canciones como Rolling Stone fueros las primeras en salir a escena.
Michael David Rosenberg bromeó con pedir a la gente que se quitara la ropa para la siguiente canción, pero solamente quería que el público chasqueara los dedos mientras cantaba. Entre risas, buen humor y cientos de flashes, Passenger interpretó una versión muy personal del mítico tema What is love de Haddaway, que hizo vibrar a los asistentes.
La gran sensación de calor obligó al cantante a dar un trago a la copa de agua que reposaba junto al pie de micro. Fue en este momento cuando el inglés quiso hacer un breve parón para contar la historia del siguiente tema, la cual creía imprescindible para entenderla. Mike Rosenberg relató cómo empezó a fumar y lo joven que era cuando esto ocurrió, la dificultad de dejarlo y lo "terrible" que era pasar de un cigarro a una ensalada, una historia que terminó con un sueño de cigarrillos bailarines. Passenger quiso entonar parte del tema a pleno pulmón, sin micrófono, lo que le reportó una gran ovación por parte de la audiencia.
Heart's On Fire o I Hate fueron algunos de los siguientes temas. Con este último fue precisamente con el que despertó más carcajadas, y es que el cantante admitió que odia la edición británica del programa Factor X por estar destrozando la música.
El momento cúspide de la velada llegaría cuando Passenger se arrancaría a cantar, únicamente acompañado de su fuitarra, el tema Wake Me Up de Avicii, un tema coreado por todo el público y que hizo de telonero de la más esperada de los asistentes, Let Her Go. Mike aprovechó la ocasión para relatar como comenzó a cantar en las calles y como cuando 50 personas se paraban a escucharlo sentía la más intensa felicidad. Una historia que terminaría con cuatro discos en el mercado y este tema, un tema que aseguró le había "cambiado la vida".
La noche tocaba a su fin, y para ello el británico pidió que todo el mundo dejara de grabar y hacer fotos con sus móviles para terminar en el ambiente más íntimo posible. Holes fue la elegida para finalizar, pero el público coreó durante casi cinco minutos esta canción y Passenger salió a escena para brindar tres temas más, acompañado de la banda The Once. Mike Rosenberg no dijo adiós a Barcelona sin admitir que había sido uno de los mejores conciertos de su vida, y es que confesó que el público español vive y disfruta mucho más los temas que otras audiencias.